El comité acusa a Newell de ocultar beneficios para justificar su cierre
El sector de la construcción se manifiesta unido en San Sebastián
El comité de empresa de Newell ha acusado a la dirección de ocultar millones de euros de beneficios en el plan de viabilidad presentado para justificar el cierre de su planta de Vitoria. La plantilla exige que el expediente sea tramitado por el Departamento de Empleo y no por el ministerio. Mientras, centenares de trabajadores de la construcción de Guipúzcoa en huelga se manifestaron ayer en San Sebastián.
A escasos dos meses del cierre de Newell de Vitoria, previsto para antes de este verano, el presidente del comité de empresa, Pedro Martínez, acusó a la dirección de falsear los resultados económicos de la compañía para justificar el traslado de la planta, dedicada a la fabricación de rieles para cortinas.
El comité sostiene que la dirección elaboró el plan de viabilidad con "datos falsos", puesto que en 2003 Newell generó beneficios de "5,2 millones de euros, mientras que en la cuenta de resultados ponen 1,3 millones". La primera cifra es la que figura en los balances presentados en el Registro Mercantil. La dirección ha calificado la diferencia como "errores", según Martínez.
El Grupo Newell, que tiene otra planta en Martorell, presentó ante la Dirección de Trabajo un expediente de regulación de empleo que afectará a 107 de los 111 trabajadores de la fábrica alavesa. El comité de empresa volvió a exigir la retirada del expediente tramitado en el Ministerio de Trabajo y su presentación ante el Gobierno vasco. El próximo 19 de mayo se reunirán con la dirección para tratar, entre otras cuestiones, el traslado o no del expediente.
Protesta en la construcción
De otro lado, centenares de trabajadores del sector de la construcción de Guipúzcoa se manifestaron ayer en San Sebastián para exigir a la patronal Adegi el desbloqueo de la negociación del convenio, que afecta a unos 12.000 empleados. La movilización fue convocada por los sindicatos ELA, LAB, CC OO y UGT cuando se cumple el quinto día de huelga indefinida.
El secretario general de UGT de Euskadi, Dámaso Casado, manifestó que la huelga es "justa" y recordó que los trabajadores reivindican una aumento salarial, la reducción de la jornada y la aplicación de medidas contra la alta siniestralidad laboral en el sector. Casado insistió en que los empresarios deben "repartir los grandes beneficios" que obtienen.
A su vez, los trabajadores de Pferd-Rüggeberg, la empresa de Vitoria fabricante de herramienta de corte y abrasión más conocida como Caballito, acudieron ayer la sede de la Lehendakaritza al cumplir 200 días de huelga. La plantilla solicitó una entrevista con Ibarretxe para trasladarle de primera mano "la dramática situación en la que se encuentran 130 familias" e invitarle a visitar el "campamento de solidaridad" que los trabajadores en huelga tienen instalado desde hace meses ante la catedral de Vitoria.
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