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LA POSGUERRA DE IRAK | Los combates

EE UU estrecha el cerco a los radicales chiíes en los lugares santos de Nayaf y Kerbala

Las tropas norteamericanas matan a 10 milicianos y se acercan al mausoleo sagrado del imam Alí

Los insurgentes chiíes pierden terreno a marchas forzadas en las ciudades santas iraquíes de Nayaf y Kerbala. Y su líder, el clérigo radical Múqtada al Sáder, está arrinconado en el campo político. Aunque, por el momento, no piensa en la rendición. Los soldados de Estados Unidos combatieron ayer con artillería pesada en el inmenso cementerio de Nayaf, más cerca que nunca del mausoleo sagrado del imam Alí, matando al menos a diez rebeldes. Mientras, un portavoz del prestigioso gran ayatolá Alí al Sistani exigió el fin de los combates y advirtió de que el templo de la ciudad sagrada había sido violado. "Eso supera todas las líneas rojas", afirmó.

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La batalla, que se pudo contemplar en directo por la televisión por satélite Al Arabiya, se prolongó durante seis horas. Poco después de las nueve de la mañana (dos horas menos en la España peninsular), siete tanques norteamericanos, apoyados por helicópteros, se adentraron en el camposanto de Nayaf, el más grande del mundo, según los lugareños, y que se extiende en un área de varios kilómetros cuadrados. La mezquita del imam Alí, fundador del chiísmo, se encuentra a escasos cientos de metros. Los leales a Al Sáder, refugiado en este mausoleo, respondieron con granadas y proyectiles de mortero. No obstante, los portavoces estadounidenses aseguraron que no sufrieron bajas en Nayaf, 170 kilómetros al sur de Bagdad. Sí perdieron la vida 10 rebeldes, según Ahmad Chibani, un dirigente del Ejército del Mahdi. Fuentes hospitalarias dijeron a Reuters que los soldados dispararon contra civiles, acabando con la vida de otras seis personas.

El general Martin Dempsey, al frente de los uniformados estadounidenses que cercan Nayaf desde hace cinco semanas, aseguró a CNN que fueron atacados por los rebeldes desde el cementerio. "Nunca abandonaremos el derecho a defendernos, pero respetamos en lo posible los lugares sagrados", dijo Dempsey, quien no explicó por qué envió los tanques en viernes cuando los ataques desde el cementerio se producen a diario. Sin embargo, Qais al Jazali, el principal portavoz de Al Sáder, quiso dejar claro que el recinto sagrado sí fue atacado. Al Jazali mostró a los periodistas tres impactos de bala en la dorada cúpula de la mezquita de Alí.

El jefe de los milicianos del Mahdi desafió de nuevo a las tropas estadounidenses y acudió, como de costumbre, para dirigir la plegaria a la mezquita de Kufa, a unos cinco kilómetros de Nayaf. El clérigo definió al presidente George W. Bush y al primer ministro británico, Tony Blair, como "las cabezas de la tiranía que ignoran el sufrimiento de los iraquíes".

La situación es extremadamente grave. Mohamed Baqer al Mohri, portavoz del gran ayatolá Alí al Sistani pidió desde Kuwait a las partes enfrentadas que detengan los combates y que se retiren de Nayaf. También hubo choques armados con cohetes y proyectiles de mortero en Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad, muy cerca de las mezquitas de Husein y Abbas. Y en Faluya se complica la situación. Mohamed Latif, el general iraquí a cargo de la seguridad en esta ciudad, dijo que no tenía planes para desarmar a las milicias que lucharon contra EE UU durante el mes de abril, la principal exigencia de los militares norteamericanos para relajar el cerco.

Una nube de polvo se levanta tras una explosión en el cementerio de la ciudad santa chií de Nayaf.

 / REUTERS
Una nube de polvo se levanta tras una explosión en el cementerio de la ciudad santa chií de Nayaf. / REUTERS

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