La policía detiene en Caracas a 56 paramilitares colombianos vestidos con uniformes venezolanos

El Gobierno venezolano desmanteló ayer una red de paramilitares colombianos que se entrenaba en una zona rural en el extrarradio de Caracas. Una operación conjunta de las policías de Estado y Científica, la Dirección de Inteligencia Militar y la Guardia Nacional terminó con la detención de 56 hombres vestidos con uniformes militares venezolanos, que se desplazaban en autobuses de madrugada en el distrito de Baruta. Es la primera vez que supuestos miembros de grupos paramilitares colombianos son localizados en la zona metropolitana de Caracas.

Regularmente, estos grupos armados de la ultraderecha realizan movimientos en la región venezolana fronteriza con Colombia. Según la versión oficial, los detenidos estaban bajo el mando de un líder paramilitar del departamento colombiano de Norte de Santander, de quien no se aportaron otros datos. El director de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip, policía del Estado), Miguel Rodríguez, dijo que otros 70 paramilitares, que escaparon cuando iban a ser detenidos, eran buscados ayer en las zonas cercanas. "Iban a recibir armas para iniciar actividades paramilitares en Caracas", aseguró. Interrogado sobre quiénes eran los presuntos autores intelectuales de esta incursión de irregulares en Caracas, el jefe policial dijo: "Sabemos perfectamente quiénes son, pero no lo vamos a decir todavía".

Entre los sospechosos figura el general Felipe Rodríguez, apodado El Cuervo, que recientemente anunció, en una declaración ofrecida a medios de comunicación de Miami (EE UU), que organizaría una milicia para derrocar al Gobierno. Rodríguez se encuentra prófugo de la justicia venezolana, que lo acusa de los atentados con explosivos cometidos en 2003 contra la Embajada de España y el consulado de Colombia.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, aseguró ayer en su programa de radio y televisión, que no tenía la menor duda de que "están preparándose para el magnicidio". Chávez dijo que había dado instrucciones a los cuerpos de seguridad para que capturen hasta el último de los fugados. "Deben respetar los derechos humanos de los detenidos, pero si se presenta algún tipo de resistencia armada, deben emplear también las armas de la República, con toda la contundencia necesaria", subrayó Chávez en su programa.El presidente venezolano informó de que el grupo paramilitar, al que calificó de "terrorista", se encontraba en una finca propiedad de Roberto Alonso, un ciudadano de origen cubano que recientemente se presentó en varios programas de televisión como el inductor de los disturbios ocurridos en las barriadas de clase media de Caracas en febrero y marzo.

"Lo llaman el coronel y está muy vinculado a la Coordinadora Democrática", acusó Chávez a la alianza opositora. El presidente también expresó su convicción de que el jefe de esta conspiración es el ex presidente Carlos Andrés Pérez, quien la semana pasada declaró a la prensa internacional que pronto se podía producir un derramamiento de sangre en Venezuela. "Hemos dado un golpe al hígado a los golpistas", afirmó Chávez.

El canal estatal Venezolana de Televisión ofreció las primeras imágenes de la detención de los colombianos, así como una entrevista con un supuesto paramilitar, que apareció cubierto con un pasamontañas. "Somos reservistas colombianos, nos reclutaron allá, ofreciéndonos 500.000 pesos [150 euros]. Nos dijeron que vendríamos a trabajar en agricultura", explicaba el detenido, que hablaba con acento colombiano.

La embajadora de Colombia en Caracas, Mariángela Holguín, expresó su preocupación por la posibilidad de que se esté importando a Venezuela la violencia que sacude a Colombia. "No queremos que Venezuela viva lo que hemos vivido nosotros. Rechazamos la presencia de estos delincuentes y aclaramos que no tienen ninguna vinculación con las Fuerzas Armadas colombianas. Es posible que algunos sean reservistas, es decir que hayan prestado servicio militar, pero eso no significa que tengan nexos con la institución armada actualmente", dijo la diplomática, tras agregar que había requerido al Gobierno venezolano los datos de los detenidos para colaborar con las investigaciones.

Críticas de la oposición

La Fiscalía Militar ha presentado una acusación formal contra los detenidos. Portavoces de la Coordinadora Democrática deploraron que Chávez y otros funcionarios se hayan apresurado a inculpar a las organizaciones opositoras. Felipe Mujica señaló que este tipo de situaciones son consecuencia de la violencia que ha sembrado el Gobierno de Chávez.

Luis Manuel Esculpi, por su parte, expresó que "los hechos son todavía muy confusos" y advirtió que podría tratarse de una maniobra de distracción para que no se siga discutiendo sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas en Fuerte Mara, un cuartel donde dos soldados murieron tras un incendio en una celda de castigo. Esculpi calificó de sospechoso que la detención se haya producido después de que la Coordinadora llevara a cabo con éxito una jornada de ensayo para la rectificación de firmas con miras al referéndum revocatorio del mandato de Chávez. "Quieren desviar la atención porque saben que hemos dado una demostración de fuerza electoral", enfatizó.