La oposición radical de Venezuela se desvincula de los paramilitares colombianos arrestados ayer
Las fuerzas de seguridad siguen el rastro de varias decenas de decenas de integrantes del grupo, que supuestamente pretendía dar un golpe de Estado
La oposición radical venezolana ha negado hoy cualquier vinculación con el grupo de 88 paramilitares colombianos detenidos ayer en Caracas con uniformes del Ejército. El Gobierno de Hugo Chávez se apresuró ayer a inculpar a las organizaciones opositores en este asunto.
Ayer fueron los opositores moderados, aglutinados en la Coordinadora Democrática, los que negaron su responsabilidad en este asunto. Hoy, los más radicales del Bloque Democrático, que a diferencia de la Coordinadora niegan la vía electoral y reivindican la desobediencia civil, han hecho lo mismo en un comunicado.
Las fuerzas aglutinadas en el Bloque "siempre han rechazado la presencia de fuerzas armadas de otras naciones en Venezuela, ya sean milicianos cubanos, guerrilleros colombianos, células fundamentalistas, paramilitares de cualquier nacionalidad e, incluso, cascos azules" de la ONU, dice el comunicado.
El grupo antichavista también advierte que Chávez "utilizará la detección de cualquier hecho delictivo particular para achacárselo a todos sus opositores", y que si bien no descarta que el hecho tenga visos de realidad", alerta que puede tratarse "de una maniobra orquestada por el régimen a través de infiltrados en la oposición".
Intentona golpista
El director de la policía política (Disip), Miguel Rodríguez, aseguró que los paramilitares fueron contratados para asaltar y robar armas de destacamentos militares para intentar dar un golpe de Estado y perpetrar un magnicidio contra Chávez, en connivencia con diferentes sectores de la oposición.
Tras la detención de los 88 paramilitares los organismos de seguridad siguen hoy el rastro de unos 50 más que lograron huir hacia los bosques de El Hatillo, en Baruta, uno de los cinco municipios que integran el área urbana de Caracas. Algunos de los detenidos dijeron a los periodistas que hacía 43 días entrenaban en la finca caraqueña donde fueron sorprendidos y que debían formar parte de una fuerza "de 3.000 a 4.000 hombres".
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