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Entrevista:FELIPE GUTIÉRREZ DE LA VEGA | Bodeguero

"El vino me produce libertad y placer"

Miquel Alberola

Pregunta. ¿Dejó de ser marino e inspector de Hacienda para hacer vinos. ¿Qué le impulsó a dar ese salto?

Respuesta. No para hacer vinos. Lo dejé para ser feliz y ser libre. El vino es un medio para ser libre, quizás porque el que ha vivido esclavo o funcionario durante muchos años añora más la libertad. El vino me produce libertad y placer.

P. ¿Por qué éste y no otro medio?

R. Porque siendo marino se empieza bebiendo mucho, y para ser un buen vinatero hay que haber bebido mucho. Pero más que nada es porque se trata de un proceso creativo y para una persona que se siente poeta y no tiene el don de la palabra resultaba muy útil. Necesitaba un medio para expresarme y el vino es un camino muy bonito para expresarse un poeta.

P. ¿Qué quiere transmitir?

R. Esa felicidad. La gente vive atropelladamente y ni siquiera la gente que tiene mucho dinero es muy feliz. Para mí el vino no es un proceso únicamente comercial, sino arte, aunque para Hegel los únicos sentidos por los que se aprendía el arte eran la vista o el oído.

P. El vino y la literatura se cruzan en su vida.

R. Me gusta cualquier manifestación artística. Camilo José Cela me decía que el vino puede producir sensaciones pero no sentimientos, sin embargo a mí me produce felicidad.

P. Sus vinos están plagados de referencias literarias.

R. Durante muchos milenios los literatos, filósofos, músicos y artistas han hecho una ofrenda al vino, y sin embargo, ¿qué bodegueros les habían correspondido con esa ofrenda? Yo empecé a hacerlo con mis vinos: el blanco del Ulyses de Joyce, el rosado de Konstantin Kavafis, el moscatel de Monserrat Caballé, el dulce cosecha miel de Camilo José Cela, el Imagine de Lennon... O el Tambourin en homenaje a Bob Dylan y Dylan Thomas.

P. ¿Por qué puso el nombre de Casta Diva?

R. En primer lugar me evoca a Vincenzo Bellini. En los años cincuenta hubo una película llamada Casta Diva sobre la vida de Bellini que me impactó mucho. Y llegado el momento, como no me dejaban patentar el nombre Cosecha Miel, se me ocurrió ponerle este nombre al vino, con lo que fue un doble homenaje a Cela y a Bellini.

P. Lo que era un nombre para un vino ya es la marca de su bodega.

R. Sí, porque ha calado tanto el nombre que la gente designa así a la bodega. Y he tenido que ponerlo en todos los vinos con una submarca.

P. ¿Los suyos son vinos de autor?

R. Sí, lo que ocurre es que la terminología ya se utiliza de una forma incorrecta. Ya hay quien se lo pone en la etiqueta. Mis vinos han sido una innovación dentro de las técnicas vitivinícolas. Había uvas olvidadas, como el moscatel, que yo he rescatado en unas elaboraciones que nunca se habían hecho.

P. El moscatel tenía muy mala prensa.

R. Así fue hasta principios de los ochenta. Me decanté por la idea de trabajar con uvas autóctonas y la verdad es que el tiempo me ha dado la razón.

P. Su producción es limitada y artesanal.

R. Lo hacemos todo mi mujer, mi hijo (mi hija está en Burdeos y no nos puede ayudar) y yo.

P. ¿A su vino le gusta la ópera? La tiene sonando por toda la bodega.

R. A mi vino no sólo le gusta, si pudiera hablar y no fuera algo inerte, sino que como tal está sujeto a las buenas vibraciones. El vino dicen que no debe estar sujeto a los ruidos, pero ¿las vibraciones buenas son ruidos? El ruido es una distonía y lo que nosotros hacemos es armonía. Hay vinos que ganan en el movimiento y la ópera es una onda. Habría que estudiarlo.

EN DOS TRAZOS

Felipe Gutiérrez de la Vega (Madrid, 1943) se sirvió del vino para escapar del Ejército y la función pública. Con su producción artesanal y limitada, bajo la divisa de Casta Diva, ha prestigiado el vino moscatel de Alejandría dulce, incluso, desafiando la escolástica, lo ha hecho seco o punzante. Sus vinos blancos y tintos, plagados de referencias literarias en la etiqueta, están presentes en varios países, donde gozan de un sólido prestigio. Tanto, que la Universidad de Gales los ha elegido para un congreso dedicado a Dylan Thomas y, el jueves pasado, la Casa Real ha escogido su Casta Diva cosecha miel 2000 para el banquete de la boda del Príncipe Felipe.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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