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LA POSGUERRA DE IRAK | Los combates

Tropas norteamericanas lanzan una ofensiva contra Al Sáder y matan a 41 de sus leales

EE UU aumenta la presión sobre el clérigo radical chií, pero evita entrar en las ciudades santas

El mando militar de EE UU asegura que no se trata de una ofensiva, sólo de una incursión en los alrededores de Nayaf, Kufa y Kerbala. Pero en la operación iniciada ayer, las tropas norteamericanas han dado muerte a 41 milicianos del clérigo radical chií Múqtada al Sáder, tomado el edificio de la gobernación de Nayaf, nombrado un nuevo administrador y destruido las oficinas de Al Sáder en Kerbala. Se extrema el cuidado para no entrar en el interior de las ciudades santas del chiísmo y provocar un levantamiento entre los más moderados.

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Tras cuatro semanas de escaramuzas y amenazas, las tropas estadounidenses han pasado a la acción contra Al Sáder, quien en abril llamó a la rebelión general contra los ocupantes. Los combates en la carretera entre Kufa y la ciudad santa de Nayaf, a 170 kilómetros al sur de Bagdad, causaron la muerte de 41 partidarios del clérigo radical. Los marines conquistaron el edificio del Gobierno local, en el límite de la localidad, y próximo a la antigua base Al Andalus, ocupada por los españoles antes del repliegue, y nombraron gobernador.

EE UU dispone de 2.500 soldados alrededor de Nayaf desde hace un mes. La incursión de ayer se ha llevado a cabo con cierta prudencia, pues el mando militar es consciente del significado que la ciudad santa -donde se halla el mausoleo del imam Alí, fundador del chiísmo- tiene para los creyentes en esta rama del islam, que agrupa al 60% de la población iraquí. "No vamos a ir paseándonos por Nayaf. Sabemos lo sensible que es", aseguró ayer el general y portavoz estadounidense Mark Kimmit.

Poco antes de que comenzara la batalla, el administrador civil de Irak, el estadounidense Paul Bremer, anunció su intención de reinstalar a Adnan Zurfi como nuevo gobernador, para asegurar el control de la ciudad. Sus tropas cumplieron la orden. El diplomático estadounidense denunció que los seguidores de Al Sáder utilizaban los cementerios (el de Kufa es uno de los más grandes del mundo) y las mezquitas para almacenar armas y lanzar desde ellas ataques con morteros contra la coalición. Bremer había pedido en jornadas anteriores a los líderes locales moderados que le ayudaran a terminar con Al Sáder. Otros diez milicianos del Ejército del Mahdi de Múqtada fallecieron durante la madrugada de ayer en el suburbio bagdadí de Ciudad Sáder en combates con tropas norteamericanas.

En Kerbala -la segunda ciudad santa chií, a 110 kilómetros al sur de Bagdad-, ocho carros de combate estadounidenses se situaron a unos cientos de metros de las mezquitas de los imames Husein y Abbas. Los militares destruyeron las oficinas de Al Sáder. Fuentes hospitalarias citadas por Reuters señalaron que dos mujeres y un niño murieron en esta localidad.

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Pero la violencia también sacudió ayer la capital. Un suicida hizo explotar su coche bomba ayer en las proximidades de la sede de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA), en la llamada zona verde en el centro de la capital, matando a seis civiles iraquíes y a un soldado estadounidense, según un portavoz militar. El agresor eligió un puesto de control en el que una hilera de automóviles esperaba para cruzar el puente del 14 de Julio hacia la sede de CPA. Unas 40 personas resultaron heridas, entre ellas, tres policías y dos soldados.

Un soldado de EE UU, ante los destrozos causados por la explosión de un coche bomba en Bagdad.
Un soldado de EE UU, ante los destrozos causados por la explosión de un coche bomba en Bagdad.REUTERS

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