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LA EUROPA DE LOS VEINTICINCO

Millones de ciudadanos celebran su integración

Alemanes, polacos y checos se reúnen en la frontera común para festejar la ampliación de la UE

La división del continente europeo y de sus ciudadanos quedó ayer superada para siempre. Así lo anunció el canciller federal alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), al lado de los jefes de Gobierno de Polonia, Leszek Miller, y de la República Checa, Vladímir Spidla. Todo ocurrió en Zittau, una pequeña ciudad de unos 30.000 habitantes en el Estado federado de Sajonia, justo en el punto donde coincide la frontera entre los tres países, al lado del río Neisse. En un ambiente de romería, en una soleada mañana de mayo, en Zittau se hizo ayer palpable la ampliación de la Unión Europea hacia los países que los acuerdos de la conferencia de Yalta, al final de la II Guerra Mundial, dejaron bajo la órbita comunista durante más de cuatro décadas.

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Se reunieron ayer en Zittau unos 10.000 alemanes, polacos y checos, menos de lo esperado. Fue una de las fiestas y celebraciones que ayer unieron a millones de ciudadanos en Europa. En cuestión de segundos saltaban de un país a otro en la pradera escogida para celebrar la ampliación de la UE. Para pasar de un país a otro el Ejército alemán había tendido un par de puentes provisionales de madera. Eran puentes de paz, de los que comunican países entre sí, sin la menor connotación militar como en el pasado. La noche anterior ya habían empezado los festejos con mucha suelta de globos con el color azul de Europa, mucho Himno a la alegría de Beethoven y abundancia de fuegos artificiales a lo largo de la frontera que forman los ríos Oder y Neisse: desde el norte, en el puente que une la ciudad alemana del Francfort del Oder con la polaca Slubice, hasta Zittau, donde coinciden Alemania, Polonia y la República Checa. En este punto estratégico, en la celebración nocturna reapareció y pronunció un emotivo discurso el canciller de la unificación alemana, el democristiano Helmut Kohl (CDU), quien dijo: "Nunca más queremos una Europa con soldados en las trincheras. Éste es el verdadero y auténtico fundamento de la unificación política de Europa". El ex canciller Kohl añadió al borde de las lágrimas: "Ahora estamos rodeados de amigos y aliados".

Alemania, el país que desencadenó dos guerras mundiales el siglo pasado e invadió a sus vecinos del Norte, Sur, Este y Oeste vive ahora rodeado por todos los puntos cardinales de países aliados y embarcados en la empresa común de la UE. En el festejo matinal de ayer, los tres jefes de Gobierno (Schröder, Miller y Spidla) hicieron la perforación inicial para una autopista de 3,6 kilómetros que enlazará con la red general y comunicará a esa zona aislada durante muchos años. A pesar de la amistad que, al menos de forma verbal, unía a los países comunistas del antiguo Pacto de Varsovia, no se habían establecido las comunicaciones necesarias en lo que en la Edad Media era la ruta de la sal y servía para establecer lazos comerciales que ahora podrán realizarse de nuevo sin fronteras. Los tres jefes de Gobierno brindaron con jarras de cerveza y pasaron en instantes de un país a otro para firmar en los libros de oro de los ayuntamientos de Bogatynia, en Polonia; de Hradek nad Nisou, en la República Checa, y de Zittau, en Alemania. Schröder manifestó en su discurso que con la ampliación de la UE el continente queda unido para siempre y se supera la separación entre los ciudadanos. "¿Quién hubiera pensado hace 60 años que llegaría un día como hoy de una Europa unida? Ahora tenemos la oportunidad de hacer de Europa un lugar de paz y prosperidad". El polaco Miller afirmó que era un gran día en la atormentada historia de su país, y resumió: "Nuestro gran sueño polaco se ha hecho realidad. Ahora estamos bajo el mismo techo en ambos lados de la frontera". El checo Spidla sostuvo: "El telón de acero cayó en 1989, después vino la reunificación alemana y hoy la ampliación de la UE. En 15 años ha sido un logro importante".

Con la caída de la tarde llegaron los nubarrones que parecían enturbiar un día histórico. A pesar de los festejos de ayer, la ampliación nace preñada de miedos ante el futuro. Las regiones fronterizas de Alemania, con un índice de paro del 20%, temen que la situación empeore con la competencia de los nuevos vecinos donde los salarios son hasta cinco veces inferiores a los alemanes. En Polonia, la crisis de gobierno ya ha quedado abierta. Miller, el alegre primer ministro que ayer festejaba en Zittau, abandona hoy el cargo tras su dimisión anunciada y abre un periodo de incertidumbre sobre el futuro de Polonia en la UE. En la República Checa, el presidente, Vaclav Klaus, es un notorio antieuropeo y se mantuvo al margen de los festejos de forma demostrativa. Al otro lado de la frontera Oder-Neisse los temores a convertirse en ciudadanos de segunda en la UE ampliada resultan palpables, pese a la euforia del día de ayer.

De izquierda a derecha, los jefes de Estado Vladímir Spidla, Gerhard Schröder y Leszek Miller, en Zittau.
De izquierda a derecha, los jefes de Estado Vladímir Spidla, Gerhard Schröder y Leszek Miller, en Zittau.REUTERS

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