Bush ordenó derribar un avión de línea procedente de Madrid el 11-S
El presidente George W. Bush dijo el pasado jueves a la comisión que investiga lo que ocurrió antes y después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 que en la confusión de la jornada, las personas que estaban en la Casa Blanca solicitaron permiso para derribar un avión que ya había despegado de Madrid en caso de que lo consideraran necesario. Según la cadena de televisión NBC, que ha tenido acceso a fuentes que estaban presentes en la reunión mantenida en el Despacho Oval entre el presidente, el vicepresidente y la comisión, Bush reveló que dio la orden de derribar a ese avión o a cualquier otro que desobedeciera órdenes una vez que el Air Force One llegó al cuartel general del Mando Estratégico del Aire, en Omaha. Para entonces, el presidente añadió, el avión mencionado había dado media vuelta y volvía a Madrid.
Richard Clarke, el coordinador antiterrorista que estuvo el 11-S a cargo de la situación en la Casa Blanca por delegación de la consejera de Seguridad, Condoleezza Rice, confirma en sus libro "Contra todos los enemigos" que después de los ataques contra las torres gemelas y el Pentágono y tras varias falsas alarmas, se solicitó del presidente el permiso para derribar a los aviones comerciales que no se identificaran o que adoptaran trayectorias sospechosas. Clarke ya había revelado que la orden llegó de Omaha cuando el presidente, que pasó varias horas en el aire por razones de seguridad, aterrizó allí.
El papel de Cheney
Entre los detalles que se conocieron ayer sobre la conversación mantenida en la Casa Blanca está, además, el de que el vicepresidente, Dick Cheney, fue preguntado por sus actividades y decisiones adoptadas el 11 de septiembre, cuando estaba en el búnker de la Casa Blanca y Bush no había regresado aún de Omaha. Cheney canalizó a Bush -para seguir indicaciones como en el caso mencionado- sobre las prioridades que le planteaba el equipo dirigido por Clarke, relacionadas con el estado de emergencia, la situación de alerta y las medidas de seguridad. Bush volvió a la Casa Blanca a las siete y media del 11-S.
En su encuentro con la comisión, a puerta cerrada, sin grabaciones ni transcripciones, Bush criticó, según NBC, a Clarke, que sostiene que el presidente consideró importante, pero no urgente, la amenaza de Al Qaeda.
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