La dirección de Caballito amenaza con retirar su oferta definitiva si sigue la huelga

La dirección de la multinacional alemana Pferd Rüggeberd, cuya planta en Álava, más conocida como Caballito, lleva casi seis meses en huelga, respondió ayer a la plantilla reiterando que no va a haber más negociaciones y que su última, además de ser la definitiva, será retirada si no se desconvoca el paro. La plantilla rechazó el pasado martes en asamblea esa propuesta patronal y emplazó a la dirección a mentener nuevas reuniones.

La última propuesta mejora el importe de los atrasos, el aumento salarial para el trienio 2004-2006, concreta la disminución de la jornada y acepta la readmisión de cuatro de los seis despedidos por actos violentos durante la huelga. Los otros dos despedidos no serán readmitidos pues sus casos se hallan pendientes de una resolución judicial. La retribución mensual media de Caballito suma 1.500 euros. Su plantilla asciende a 230 trabajadores fijos con una antigüedad promedio de 18 años. Unos 150 siguen apoyando la huelga.

La multinacional explica que la continuación del conflicto tiene para la empresa "gravísimas consecuencias", hasta el punto de que "si no vuelve pronto a la normalidad laboral, la empresa no podrá mantener la oferta realizada hasta la fecha".

La huelga comenzó en noviembre secundada por 140 de los 230 trabajadores de la firma, dedicada a fabricar discos abrasivos. Caballito ha invertido 36 millones de euros en trasladar su actividad de Betoño al polígono de Júndiz. Tras esa inversión, la empresa propuso congelar los sueldos, y exigió un convenio a seis años y eliminar 25 puestos.