El Festival de Tribeca abre su tercera edición en Nueva York
Películas y documentales se darán cita en esta muestra auspiciada por Robert de Niro
Es bonito madurar aunque sea en desorden. El Festival de Cine de Tribeca inaugura mañana su tercera edición sin una clara identidad pero habiendo conseguido hacerse un hueco entre los rascacielos de Manhattan, el paisaje cinematográfico estadounidense y la economía de Nueva York. Este año como el anterior habrá de todo: documentales sobre Irak, el cerebro de Bush y las cárceles brasileñas, la última invención de Jim Jarmusch, películas muy comerciales y dos importaciones españolas: Yo puta, de María Lidón, y Cachorro, de Miguel Albaladejo.
Promovido por neoyorquinos de pura cepa como Robert de Niro y Martin Scorsese, el festival nació, tras los atentados de las Torres Gemelas, sin grandes esperanzas de superar su primer intento. Pero la apuesta consiguió reportar considerables dividendos. El año pasado, Tribeca atrajo a 350.000 personas y generó 50 millones de dólares, un logro considerable para una ciudad ya muy saturada de cine. "Nos identificamos con una comunidad, con una audiencia y con los amantes del cine", asegura Jane Rosenthal, cofundadora del certamen y socia de Robert de Niro. "El primer año no veníamos de ningún sitio. El año pasado, la gente ya nos conocía pero no sabía exactamente dónde estábamos. Este año nos están esperando". Tribeca por ahora no pretende competir con las dos muestras más respetadas del cine independiente y extranjero, el de Sundance y el de Nueva York, y prefiere conservar un cierto grado de indefinición. "Todas las ciudades tienen su festival de cine femenino o judío o latino, lo que es muy importante", comentaba al The New York Times su director, Peter Scarlet, "nosotros tenemos un festival que atrae a todo el mundo". El mundo estará, en efecto, presente en las 250 películas, dentro y fuera de concurso, que se mostrarán hasta el 9 de mayo. Destacan Coffee and cigarettes, de Jim Jarmusch; Carandiru, el documental de Héctor Babenco sobre la tristemente famosa prisión brasileña; Looking for Kitty, la última película de Edward Burns; otros dos documentales sobre la guerra en Irak, Sadam's mass graves y War is over, y A hole in one, un filme con un tema peculiar: la lobotomía. Tribeca tendrá también mucho cine familiar. Los estrenos más comerciales incluyen Raising Helen, del director Gary Marshall, con Kate Hudson, la historia de una neoyorquina soltera que debe criar tres niños, y New York minute, el primer largometraje de las hermanas Olsen, el último fenómeno adolescente estadounidense.
"Fundamos el festival porque alguien retó nuestra identidad como país", dice Rosenthal, "con este evento queremos celebrar nuestra diversidad y escuchar voces y puntos de vista distintos".
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