Alicante sufrió en la ola de calor del pasado verano la mayor subida de la mortalidad de España con un 20%

Entre los meses de junio y agosto del año pasado fallecieron en Alicante un 20,5% más de personas de lo previsible de acuerdo con la media de defunciones del periodo comprendido entre los años 1996 y 2002 durante los mismos meses, una cifra que supone el porcentaje más alto de todas las capitales de provincia españolas. Éste es uno de los datos que se extrae del estudio Variación del impacto de la ola de calor sobre la mortalidad de los españoles.Verano de 2003, elaborado por el Instituto de Salud Carlos III y que fue mencionado por la diputada socialista María José Mendoza en la sesión celebrada la semana pasada en las Cortes para abordar los efectos que tuvo la ola de calor en los servicios sanitarios.

El estudio compara los fallecimientos totales registrados entre junio y agosto con los esperables, a partir de una media de las defunciones entre 1996 y 2002 en la que se han introduccido factores correctores, como el incremento de fallecidos atribuibles al envejecimiento de la población. En el documento llaman la atención los datos de Alicante, con 685 defunciones frente a la media de 564, por lo que hubo un número de fallecidos por encima de lo normal de 112 personas. En el caso de Valencia, el incremento de fallecidos fue del 15% -2.499 defunciones frente a las 2.172 previsibles-, mientras que en Castellón fue del 14,5% por encima de la media de los últimos seis años. En los tres casos se supera el incremento medio estatal de defunciones del 10,63%.

Si los fallecidos se comparan con la predicción elaborada a partir de los datos de decesos entre entre 1990 y 2002, la de Alicante sigue siendo la cifra más elevada con un 23,2% por encima de la media. En el caso de Castellón es del 1,02% y en el de Valencia del 10,8%.

En el debate celebrado en las Cortes, Mendoza criticó la pasividad de la Administración ante estos acontecimientos y reclamó que se sigan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y se pongan en marcha mecanismos correctores para evitar que se puedan volver a producir situaciones similares. El consejero de Sanidad, Vicente Rambla, afirmó que la alta temperatura produjo "un pequeño ingreso de enfermos por patologías relacionadas con golpes de calor", mientras que la actividad hospitalaria se desarrolló con "normalidad" al no producirse ninguna situación de saturación o colapso por este motivo.