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LA POSGUERRA DE IRAK

Washington confía en que Naciones Unidas apruebe una resolución sobre Irak en mayo

Bush logra frenar su caída en las encuestas, mientras el demócrata Kerry se estanca

Condoleezza Rice, consejera de Seguridad del presidente George W. Bush, compartió ayer con Javier Solana, alto representante de la UE, el mutuo convencimiento de que habrá una nueva resolución de la ONU sobre Irak "hacia finales de mayo". Ayer mismo, el portavoz de la Casa Blanca lanzó el mismo mensaje al tratar de contrarrestar la crisis abierta por la retirada de las tropas españolas y hondureñas de Irak. Mientras tanto, Bush se mantiene firme en el último sondeo y el demócrata John Kerry no saca ninguna ventaja de las últimas complicaciones en Irak y en la investigación del 11-S.

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Javier Solana se entrevistó ayer en Washington a solas con el vicepresidente Dick Cheney -un contacto relativamente poco frecuente-, con el secretario de Estado, Colin Powell, y con la consejera de Seguridad, Condoleezza Rice. Con todos ellos repasó la situación en Oriente Próximo y en Irak. Solana, que participa muy de cerca, en nombre de la Unión Europea, en los intentos de la comunidad internacional para dar una salida a la situación en Irak, confía en que haya resolución del Consejo de Seguridad dentro de algunas semanas y hoy estará en Nueva York para entrevistarse con Kofi Annan, secretario general de la ONU.

El plan en el que trabaja Lajdar Brahimi, enviado de Annan en Irak, es una resolución que tiene tres elementos: político, económico y de seguridad. Se trata de organizar un Gobierno provisional con un presidente -probablemente chií- y dos vicepresidentes, uno kurdo y otro suní, con una asamblea como la Loya Jirga afgana, y de reordenar los planes de reconstrucción y la cuestión militar y de seguridad. Para ello se podría utilizar, sugiere Solana, el modelo de Bosnia. "Un llamamiento del Consejo de Seguridad a los países para que aporten tropas a una coalición, que será básicamente la misma que ahora, pero legitimada". ¿Planteará un problema que el mando sea americano? "No, no será problema, porque es lo natural. Son los que más fuerzas tienen. ¿A quién vas a poner, al que tiene menos?".

Quedan por resolver numerosos escollos, pero existe la sensación de que la resolución puede salir adelante en un tiempo relativamente breve. "Brahimi cree que pronto", dijo ayer Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca, que dio la bienvenida a la eventual nueva resolución "que anime a más países a participar".

La visita de Solana se adelantó en unas horas a la de Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores, que hoy verá a Rice y a Powell. En el entorno de Solana se asumía que, aunque la retirada de las tropas no figuraba en el orden del día de los encuentros de ayer, sí surgió en las conversaciones, y que Solana está en una posición ideal para allanar el camino a Moratinos en sus citas de hoy. EE UU, que ya esperaba la retirada, se ha visto sorprendido por la rapidez y los problemas de la reestructuración militar en Irak. El objetivo, ahora, es controlar los daños en la relación y mantener los canales de comunicación abiertos entre Washington y Madrid.

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A pesar del fuerte revés político que esto y, sobre todo, las recientes complicaciones en Irak han supuesto para Bush, el presidente está relativamente fuerte ante la opinión pública. Según el sondeo de The Washington Post y la televisión ABC, si las elecciones se celebraran hoy, Bush conseguiría el 48% de los votos; Kerry, el 43%, y el ecologista Ralph Nader, un 6%. Los votantes, por un margen de 49% contra 44%, ven mejor dotado a Bush para abordar la lucha contra el terrorismo y los asuntos relacionados con la seguridad nacional e Irak. Y en la economía, en donde hasta ahora Kerry ofrecía mejores garantías, se produce un empate. Un 52% sigue pensando que ir a la guerra fue la decisión acertada, aunque sólo el 41% cree que se están haciendo progresos en Irak. Los datos son malos para Kerry, porque si Bush sale así de la erosión causada por Irak y por la investigación de los antecedentes del 11-S quiere decir que su base es sólida y casi inamovible.

El Congreso se incorporó ayer al gran debate político que recorre Washington. Paul Wolfowitz, número dos del Pentágono y uno de los principales autores intelectuales de la guerra de Irak, dijo al Comité de Fuerzas Armadas del Senado que Sadam Husein "era un dictador brutal" y que el país está mejor sin él. El senador demócrata Ted Kennedy interrumpió la exposición para señalar que la afirmación era "de alguna forma falsa", al distanciarse del argumento básico de las armas de destrucción masiva.

Wolfowitz admitió que Irak se enfrenta a "enormes problemas", pero negó en su intervención que hubiera planes secretos para la guerra o que se desviaran 700 millones de dólares de la campaña en Afganistán para empezar los preparativos, como afirma Bob Woodward en su libro Plan de ataque. Según el número dos del Pentágono, "es errónea la noción de que Irak había estado en mi programa desde 1991" y no es cierto que el Pentágono utilizara dinero para la guerra antes de que el Congreso votara, en octubre de 2002, la autorización del uso de la fuerza.

Javier Solana junto al secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.
Javier Solana junto al secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.REUTERS

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