El rey jordano suspende su reunión con Bush en EE UU

El proclamado respaldo del presidente de EE UU, George W. Bush, al plan del primer ministro israelí, Ariel Sharon, que prevé la anexión de parte del territorio de Cisjordania, está poniendo en serios apuros al reino de Jordania, uno de los más sólidos aliados de Washington en Oriente Próximo. El rey Abdalá ha decidido posponer hasta los primeros días de mayo la reunión que tenía previsto mantener hoy con Bush en Washington. La Embajada jordana en la capital estadounidense emitió una declaración en la que asegura que el aplazamiento permitirá "continuar las conversaciones con la Administración norteamericana para aclarar la posición estadounidense sobre el estatus" final de los territorios palestinos.

El rey Abdalá se mueve en un terreno muy resbaladizo. De los cinco millones de habitantes que tiene Jordania, más de tres son palestinos. Después del asesinato en Gaza, el pasado sábado, del líder de Hamás, Abdelaziz Rantisi, el rey Abdalá expresó su preocupación por el crecimiento del sentimiento antiamericano en los países árabes.

La oposición jordana hizo ayer un llamamiento a suspender cualquier reunión con autoridades estadounidenses o israelíes, e instó a su Gobierno y a Egipto a que rompan relaciones diplomáticas con Israel. El secretario general del principal partido opositor, el Frente de Acción Islámica, Hamza Mansur, declaró el sábado a este periódico que "la brecha entre el pueblo jordano y sus autoridades se está ensanchando". Fuentes diplomáticas árabes citadas por Reuters señalaron que tanto el presidente egipcio, Hosni Mubarak, como el rey Abdalá "se sienten humillados ante sus pueblos".

Por otro lado, cuatro supuestos terroristas, uno de ellos jordano, murieron ayer en Ammán a manos de la policía, después de que se negaran a rendirse, informó Petra, la agencia oficial jordana.