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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

Despegue controlado del trabajo parcial

Un estudio constata el avance de estos contratos en la Unión Europea, asociados a las mujeres y a peores condiciones

Amaya Iríbar

El trabajo a tiempo parcial despega tímidamente en España. Aunque cada vez son más los asalariados sujetos a este régimen, aún están lejos de Europa: son el 8,2% de los ocupados frente al 18,2% que suponen en la Unión Europea. Según el primer informe del Observatorio Europeo de Condiciones Laborales, estos trabajadores, mujeres en su mayoría, reciben menos formación y complementos y tienen peores sueldos. En España, además, muchos lo son a la fuerza.

La tasa española de ocupados en este régimen ha subido en los últimos años hasta el 8,16%; en Europa es del 18,2%

El último trimestre del año pasado se produjo un "apreciable aumento" de la ocupación a tiempo parcial en España. Concretamente 90.400 ciudadanos se sumaron a esta modalidad laboral, que consiste en reducir la jornada y, consecuentemente, el salario y las prestaciones correspondientes, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Con estos contratos, la tasa de ocupados a tiempo parcial subió medio punto, hasta el 8,16%, lo que significa que 1.375.400 trabajadores están sujetos a este régimen laboral.

A pesar de este crecimiento, España está aún muy lejos de la mayoría de países de la Unión Europea (UE), donde se suelen utilizar estos contratos en mayor medida, como forma de compatibilizar el trabajo con el cuidado de niños o familiares enfermos, estudios o, simplemente, para intentar buscar un equilibrio entre la vida laboral y la vida familiar. Salvo otros hermanos del sur de Europa, como Italia (8,6%), Grecia (4,5%) y, curiosamente, Finlandia (12,4%), el resto de países miembros registra tasas superiores al 10% de contratados a tiempo parcial. Desde la avanzada Holanda (43,8% de parciales) hasta la vecina Portugal (11,3%).

La media de la UE ha crecido en los últimos 10 años desde el 14,2% hasta el 18,2% de 2002, último año del que hay datos comparables en todos los estados, constata el primer estudio del nuevo Observatorio Europeo de las Condiciones de Trabajo (EWCO en sus siglas en inglés), creado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones Laborales de la Comisión Europea. La tendencia se repite en todos los países de la organización, salvo en Dinamarca (donde el trabajo a tiempo parcial descendió 2,4 puntos en el periodo), y en Grecia, donde se mantuvo en el 4,5%.

Las razones del escaso desarrollo en España de esta forma de trabajo que es parte de las recomendaciones de la UE son en parte culturales y en parte de índole práctica, asegura Íñigo Isusi. Isusi trabaja en la consultora Ikei, que ganó por concurso convertirse en el observador español de la red europea y es uno de los autores de este primer informe.

Ni empresas ni trabajadores

"Ni los empresarios ni los trabajadores quieren [contratos a tiempo parcial]", resume Carlos Martín, del Gabinete Técnico de CC OO. Los empresarios, porque ya consiguen flexibilizar sus plantillas por la vía de los contratos temporales -aquí se produce el efecto contrario, ya que la tasa española (30,6%) duplica la media europea-, asegura Martín, y los empleados, porque con frecuencia son pluriempleados que preferirían transformar sus contratos en uno a tiempo completo.

Gayle Allard, profesora del Instituto de Empresa especializada en políticas laborales, apunta otra razón, que se sostiene en una encuesta reciente que esta escuela de negocios madrileña ha hecho a más de 600 empresas españolas: "Muchas compañías no utilizan el trabajo a tiempo parcial porque les superan los problemas de gestión, como la necesidad de encajar horarios". Tampoco hay mucha gente disponible, asegura esta experta, para quien, además, hay que tener en cuenta que "los trabajadores tienen miedo a perder su puesto", por lo que no se muestran muy dispuestos a reducir su jornada de trabajo.

El estudio europeo comprueba además que el 19% de los trabajadores españoles a tiempo parcial lo son porque no encuentran un empleo a tiempo completo, frente al 14% de los europeos, un dato recogido proporcionado por una encuesta de la agencia estadística Eurostat, con datos del año 2002. Es decir, que trabajan a la fuerza durante menos horas que sus colegas. A pesar de ello, el grupo más grande (31,9%) responde que ha elegido esta situación. Otras razones citadas son la realización de estudios (mucho más frecuente entre los hombres) o el cuidado de niños y ancianos (donde arrasan las mujeres).

Hay otras diferencias entre España y la mayoría de sus socios europeos. En este país más del 80% de los empleados a tiempo parcial son mujeres (1.107.500), un porcentaje sensiblemente superior, según Isusi, al que se da en la UE. En España, además, estos contratos no son tan utilizados para otros grupos como jóvenes y trabajadores al final de su vida laboral.

Baja cualificación

Concentrados en empresas de servicios -hostelería, comercio, etc.-, estos trabajadores suelen desempeñar funciones poco cualificadas, ya que los empresarios no quieren arriesgarse a dejar tareas clave a empleados que no tienen dedicación completa. Estas características generales tienen consecuencias negativas, que subraya el estudio europeo: los empresarios no tienen en cuenta a estos trabajadores a la hora de diseñar sus planes de formación y les dan pocas oportunidades para promocionarse. Además, suelen recibir bajos salarios, en parte porque por lo general cubren puestos poco cualificados, y tienen menos beneficios sociales que sus colegas a tiempo completo.

Esta situación se ve agravada en los casos donde además estos contratos tienen carácter temporal, lo que se produce en mayor medida en España. Carlos Martín, de CC OO, asegura que el porcentaje de temporales a tiempo parcial alcanza el 55% del total.

Estos aspectos negativos no significan un rechazo de esta modalidad contractual, que se reguló en España en 1998. Incluso aunque no esté funcionando de forma adecuada y, según Allard, "no se incentive" como en otros países. La conclusión de los autores del informe, Isusi y su colega Antonio Corral, es que "cuando es elegido libremente por los empleados y éstos gozan de cierta posición en el mercado laboral, la figura está regulada de forma adecuada y se garantiza el principio de no discriminación, el trabajo a tiempo parcial puede resultar excelente para aquellos que quieren repartir su tiempo entre el trabajo y otras actividades".

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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