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Tribuna:COMERCIO EXTERIOR
Tribuna
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Asia: un interés permanente para España

El autor enfatiza la necesidad de un mayor acercamiento con países como China e India cuya importancia económica es creciente.

El Real Instituto Elcano acaba de realizar un seminario en Madrid para hacer un balance del Plan Asia. Este Plan busca fomentar la presencia de España en Asia y ha constituido un estímulo institucional a una reflexión general en España sobre la posición que ocupa nuestro país en Asia y sobre el espacio que debe tener la dimensión asiática en política exterior.

La atención especial a Asia, donde la presencia española es escasa, encaja perfectamente con el carácter global y diversificado de nuestra política exterior, que quiere estar presente en todas las áreas geográficas y ofrecer al ciudadano servicios completos y variados.

La emergencia de Asia se ha convertido en una de las notas más características de nuestra época. Con dos países (China e India) por encima de los mil millones de personas (uno de los cuales crece al 9%), uno con una economía como la de Alemania, Francia y el Reino Unido juntos (Japón) y otros con peso demográfico más que considerable y gran dinamismo económico, Asia es un continente insoslayable. Más aún cuando se piensa en la estrecha relación entre Asia y Estados Unidos en la cuenca del Pacífico, que se está convirtiendo en el motor de la economía mundial.

El Plan Asia supone la profundización de las relaciones multilaterales con estos países

Los países de nuestro entorno nos llevan décadas de adelanto. España tuvo una rica tradición asiatista (el océano Pacífico durante más de 200 años fue considerado como el Lago Español por la historiografía anglosajona) que quedó truncada súbitamente a fines del siglo XIX, motivando que Asia haya desaparecido del imaginario colectivo de los españoles.

Esto supone que no sólo haya que bregar por avanzar las posiciones de España en Asia, sino que también haya que convencer a importantes sectores de la sociedad española de la perentoriedad de la labor a realizar.

El Plan Asia está suponiendo la profundización de las relaciones políticas y multilaterales con estos países, una gran actividad de promoción de exportaciones y de inversión y una mayor atención de la cooperación al desarrollo en la región.

Hay que destacar, dentro de los aspectos educativos, la nueva licenciatura en Estudios de Asia Oriental, que se está impartiendo ya con gran éxito en cuatro universidades españolas. Casa Asia, gran consecución del Plan, ha llevado a cabo, desde el año y medio de su creación, más de 2.000 actos en 31 ciudades españolas, celebrado convenios con nueve universidades y contempla la apertura de una nueva sede en Madrid.

Este esfuerzo, que está dando resultados desiguales, dada la complejidad de los países y mercados asiáticos, debe ser mantenido en el tiempo. Resulta especialmente difícil el acercamiento de las sociedades civiles española y asiática, que debe ir acompañado por un buen sistema de becas que facilite que los jóvenes españoles vayan a Asia y los jóvenes asiáticos vengan a España, por un buen sistema de convalidaciones y por una flexibilización del régimen de visados, al igual que lo han hecho nuestros socios europeos, con gran aprovechamiento.

España es, además, el único país importante de Europa que no tiene conexiones aéreas directas con Asia, lo que constituye un obstáculo formidable para el desarrollo de los flujos económicos, comerciales y turísticos. Estos últimos van a experimentar un fuerte crecimiento a corto plazo.

Antes de los terribles atentados del 11-M, se empleaba una frase gráfica de un autor español que afirma que la mezquita oculta la pagoda. Ello es así desde los tiempos de la ruta de la seda, pero no debe hacernos olvidar que detrás existen unos territorios con una enorme pujanza política y económica que contienen el 50% de la población de la Tierra y más del 25% del PIB. A estos efectos, basta con señalar que el PIB de todos los países árabes juntos no llega al de España.

Cuando, y si la situación que nos acongoja se reconduce de alguna manera, Occidente, en general, y España, en particular, verán con claridad que los vientos de la historia están soplando hacia la cuenca del Pacífico. Tenemos que estar preparados para este desafío.

Arturo Avello Díez del Corral es embajador en misión especial para el Plan Asia.

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