Oriana Fallaci convierte el islam en la gran amenaza de Occidente
La periodista dedica su nuevo libro "a los muertos de Madrid"
Oriana Fallaci (Florencia, 1929) publica esta semana La fuerza de la razón, su segundo libro contra el islam. Tras La rabia y el orgullo, de 2001, en el que descalificaba a la religión musulmana y a los musulmanes y por el que fue procesada en Francia y Suiza, la periodista italiana afirma en su nuevo libro que "Europa se convierte en una colonia del islam" y llama a "la resistencia contra quien nos invade".
La fuerza de la razón empezó a imprimirse el 12 de marzo, un día después de los atentados del 11-M, y va dedicado "a los muertos de Madrid". La nueva obra de Fallaci fue calurosamente recomendada ayer por el ministro de Justicia de Italia, Roberto Castelli, miembro del partido xenófobo Liga Norte, coaligado con la Forza Italia de Silvio Berlusconi. "Invito a todos a que lean el libro", dijo Castelli durante una entrevista radiofónica. El ministro criticó la polémica suscitada por La rabia y el orgullo y la que empezaba a levantarse en torno al nuevo texto antiislámico: "Parece que en los regímenes democráticos se puede decir todo menos la verdad, porque la verdad atemoriza", comentó.
La rabia y el orgullo vendió más de un millón de ejemplares en Italia y fue un best seller en Estados Unidos, pero no llegó a publicarse en países como Suecia porque su contenido xenófobo vulneraba la ley. Fallaci fue procesada y absuelta en Francia y condenada in absentia en Suiza. La fuerza de la razón resulta, en conjunto, aún más incendiaria que la obra anterior, aunque la autora asegure que esta vez no se entrega a la pasión, "sino a la razón". Fallaci califica de "filoislámicas" a la ONU y a la Unión Europea, afirma que Europa debería llamarse ya "Eurabia" y describe un continente supuestamente sumiso ante la poderosa inmigración musulmana y ante la arrogancia de los inmigrantes de religión islámica.
Alemania, según la periodista, "parece una sucursal del Imperio Otomano". En Suecia "se concede la ciudadanía a cualquiera que pueda susurrar Alá es grande". Hablando de España, donde "muchos llevan aún el Corán en la sangre" por los siglos de dominio musulmán y donde "se encuentran los terroristas mejor adiestrados", Fallaci cita el Albaicín de Granada como ejemplo de "feudo islámico ajeno a las leyes nacionales".
"La actual invasión de Europa no es más que un nuevo capítulo" de las invasiones árabes y otomanas que se han sucedido a lo largo de los siglos, dice Fallaci. "Los musulmanes no pueden entender la democracia", asegura, y, dado que "se reproducen como ratas", pronto dominarán la sociedad y suprimirán las libertades occidentales. La culpa, según la periodista, se reparte entre la Iglesia católica, los pacifistas, la izquierda política y, en general, todos aquellos que intentan dialogar con "el enemigo" y le conceden derecho de voto. El libro sólo se refiere en términos positivos a dos políticos: Silvio Berlusconi y George W. Bush. Y sólo expresa esperanza en "América, fuerte y generosa", aunque "no se baste sola para apagar el incendio" islámico.
En general, los políticos de la izquierda italiana han preferido no opinar por el momento sobre el nuevo libro de Fallaci. El director de la agencia misionera católica Misna, padre Giulio Albanese, consideró en un artículo publicado el domingo que Oriana Fallaci parecía "sentirse investida de una especie de misión divina" y lanzaba "ráfagas de excomuniones y anatemas". "La ecuación islam=Bin Laden" que propugna la periodista "representa una trampa mortal, porque legitima a los yihadistas", según Albanese, para quien, en último extremo y con abundancia de colorido, Fallaci "sigue al pie de la letra la doctrina de la Casa Blanca" y la del "conflicto de civilizaciones elaborada por Samuel Huntington".
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