Chirac dice haber entendido el mensaje de las urnas y promete consensuar las reformas

El presidente Jacques Chirac fue entrevistado ayer, simultáneamente, por la televisión privada TF1 y por la pública France 2. Tras las catastróficas regionales del 21 y 28 de marzo, que han dejado 24 de las 26 regiones francesas en manos de la izquierda, y tras proceder a un cambio de Gobierno que hincha la nómina de ministros hasta 43, seis más que en un anterior equipo que ya se estimaba demasiado numeroso, Chirac dijo "haber oído y comprendido el mensaje enviado por los franceses", que expresaba "inquietudes, impaciencia y descontento".

Para calmar la situación, el presidente anunció que había "ordenado al Gobierno" que "suspendiera la puesta en marcha de las medidas relativas a la ASS", es decir, la reducción de las ayudas pagadas a los desempleados que ya no tienen derecho al subsidio de paro. El conflicto de los llamados "intermitentes del espectáculo" también encontró eco en las preocupaciones chiraquianas, que dijo haber "pedido al Gobierno que impulse la búsqueda de una solución" en nombre del respeto a "la diversidad cultural" y la "justicia social" .

La gran reforma de la Seguridad Social también fue abordada y Chirac anunció que "no quería que fuese resuelta por la vía del decreto ley", tal y como había anunciado el anterior equipo de Jean-Pierre Raffarin, sino "por la vía de un debate nacional, de un acuerdo nacional". Pidió explícitamente un consenso a la oposición política y sindical después de recordar que "hay urgencia para resolver el problema" porque "nuestro confort no puede fundarse en las deudas que dejamos a nuestros hijos". También anunció la creación de puestos en el sector de la investigación, otro de los que había ocupado la calle con su protesta.

Elecciones europeas

Es la segunda vez que el presidente francés Jacques Chirac se enfrenta a las cámaras y a la opinión pública sin poder explicar las razones de una decisión política. En 1997 ordenó una disolución anticipada de la Asamblea Nacional porque pretendía ganarle la mano a una impopularidad creciente y, sobre todo, desembarcar de la Cámara a todos los diputados que simpatizaban con su rival Edouard Balladur; ahora Chirac no podía decirles a los telespectadores que mantiene en el cargo a Raffarin porque no tiene la menor esperanza de ganar las europeas del 13 de junio y porque quiere promover a Dominique de Villepin, nuevo ministro de Interior, y a Jean Louis Borloo, flamante ministro social al frente de la cartera de Ocupación, Trabajo y Cohesión Social, como futuros candidatos al puesto de primer ministro. Chirac optó por un elogio de Raffarin como "hombre determinado que conoce Francia y los franceses", con el que hay una perfecta coincidencia respecto al rumbo a seguir: reforzar los fundamentos de la República (la seguridad, la integración, los valores republicanos) y asumir las evoluciones que el mundo exige a nuestro país". Y acabó la entrevista invocando la necesidad de cohesión social: "No hemos tenido política de integración o ésta ha sido muy insuficiente".

En el plano internacional, Chirac negó ayer que la incorporación del ex comisario europeo Michel Barnier como titular del Ministerio de Exteriores suponga un cambio de política, si bien destacó la importancia, en este momento de la UE, de la experiencia europea del sucesor de Dominique de Villepin. "No se nombra a un ministro de Exteriores para enviar señales" a quien sea, dijo Chirac al ser preguntado sobre si la sustitución de Villepin por Barnier es una señal amistosa hacia Estados Unidos o Europa. Un ministro de Exteriores es nombrado para conducir la política exterior "bajo el impulso" del jefe de Estado, sentenció Chirac.