EE UU asegura que los culpables del linchamiento "no quedarán sin castigo"
Varias cadenas generalistas de televisión decidieron ofrecer las imágenes con toda su crudeza
El Gobierno de EE UU ha condenado con dureza el asesinato de cuatro empresarios en Faluya y ha prometido -en palabras de su administrador en Irak, Paul Bremer- que "los crímenes no quedarán sin castigo". La Casa Blanca se enfrenta a uno de los momentos más incómodos desde el inicio de la invasión, pues varias cadenas de televisión decidieron ofrecer con toda su crudeza las imágenes del suceso. Los analistas políticos hacían referencia constante al síndrome de Somalia que pueden provocar las imágenes, unidas a las últimas muertes de soldados, que elevan la cifra de bajas militares a 600.
Tres de las grandes cadenas informativas de televisión, CNN, Fox News y MSNBC, decidieron evitar las imágenes más crueles del suceso del jueves en Faluya, la emboscada que acabó con el asesinato y la mutilación de cuatro civiles estadounidenses. Pero la CBS y la ABC, dos de las grandes cadenas generalistas con una audiencia millonaria, ofrecieron por primera vez al público estadounidense un nivel de horror poco común en los vídeos que llegan desde Irak. Los presentadores, Dan Rather y Peter Jennings, advirtieron a los espectadores sobre la crueldad del contenido; las imágenes habían sido editadas para ensombrecer los primeros planos de los cuerpos.
El diario USA Today publicó en portada una fotografía de un cuerpo calcinado al que los habitantes de esa ciudad golpeaban con zapatos. The New York Times optó por una imagen de grandes dimensiones en la que se podían ver dos cuerpos, quemados y mutilados, colgados en un puente. Es la primera vez que ambos periódicos publican fotografías con semejante contenido gráfico desde el comienzo de la invasión, Bill Keller, editor del Times, reconoció que hubo un debate interno sobre la conveniencia de publicar esa foto, pero decidieron que la imagen recogía no sólo la crueldad y la indignidad que sufrieron las víctimas "sino el júbilo de la multitud". Para Jim Murphy, productor ejecutivo de CBS Evening News, las imágenes de Faluya "eran cinco veces peores que las de Mogadiscio, pero era esencial ver cómo los niños celebraban" la mutilación de los cuerpos.
Murphy hacía referencia a las mismas imágenes que estaban ayer en la mente de todos los analistas: soldados norteamericanos asesinados y arrastrados por las calles de la capital de Somalia. La historia demuestra que el peso de esa imagen en la conciencia colectiva de EE UU estuvo en el fondo de la retirada de las tropas de Somalia en 1993 sin finalizar la misión, supuestamente humanitaria, que habían ido a realizar.
El Times hizo una improvisada encuesta sobre el efecto de las imágenes y citaba a un votante republicano, David Rodgers, convencido de que "las cosas van a ir a peor. Nunca podemos ganar allí". El Wall Street Journal, diario conservador y firme defensor de la invasión de Irak, reconoció en un editorial que las imágenes son "una llamada de alerta para que las fuerzas de la ocupación recuerden que costará mucho implantar la democracia en Irak si no hay justicia".
Según el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, quienes están detrás de los ataques "intentan evitar que la democracia avance en Irak", aunque repitió que el suceso no alterará "la voluntad de Estados Unidos".
Ningún alto cargo del Gobierno del presidente George W. Bush hizo referencia a los ataques, aunque el portavoz de la Casa Blanca confirmó que el presidente había visto "las imágenes de este acto tan despreciable". Esas muertes se suman al constante goteo de bajas entre los soldados estadounidenses. Cuando se cumplen 335 días desde que Bush declarase el fin de los combates en Irak, la cifra de soldados de EE UU muertos en ese país ha superado los 600.
Una encuesta de la revista Newsweek revelaba recientemente que el porcentaje de estadounidenses que considera acertada la decisión de invadir Irak ha bajado del 68% al 55% en las últimas semanas. Otra encuesta le dio ayer otro disgusto al equipo de campaña de Bush: The Washington Post asegura que más de la mitad de los estadounidenses no cree que su país sea ahora más seguro que antes del 11 de septiembre. Será pues clave para invertir esta situación, peligrosa para la Casa Blanca en año electoral, la comparecencia el 8 de abril de la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, que testificará bajo juramento y en audiencia pública ante la comisión que investiga el 11-S.
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