La fuerza internacional se compromete a extender su presencia militar en Afganistán fuera de Kabul
El Gobierno afgano se comprometió ayer a acelerar el desarme y la desmovilización de los más de 100.000 combatientes irregulares que componen las milicias de los llamados señores de la guerra. Este proceso -paralelo a la convocatoria de elecciones en septiembre- será controlado por la comunidad internacional, que, a su vez, ha prometido ampliar su presencia militar fuera de Kabul. Ambos compromisos fueron incluidos en la declaración final adoptada en la clausura de la conferencia de Berlín en la que delegaciones de más de 60 países y organizaciones multilaterales lograron reunir 8.200 millones de dólares de ayuda.
En Afganistán, aparte de los talibanes, hay media docena de señores de la guerra que mantienen intacto su poder y que pretenden apropiarse de los ingresos fiscales y aduaneros del Estado. Su capacidad de desestabilización quedó patente, una vez más, hace dos semanas, cuando en Herat -feudo del señor de la guerra Ismail Jan- estalló una revuelta que costó la vida a más de cien personas.
Para extender la presencia estatal, la comunidad internacional apuesta por la estrategia de los llamados Equipos de Reconstruc-ción Provincial (PRT, por sus siglas en inglés), donde las labores del Gobierno afgano, las organizaciones multilaterales y las ONG son flanqueadas por destacamentos de soldados internacionales. Hasta la fecha, hay una docena de estos PRT, pero sólo uno de ellos -el de Kunduz, norte del país- está al mando de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Estabilidad de Afganistán (ISAF), dirigida por la OTAN y formada por cerca de 6.500 soldados de una treintena de países incluida España. Los demás PRT, forman parte de la Operación Libertad Duradera comandada por EE UU.
Cinco nuevos equipos
La OTAN ahora pretende crear otros cinco de estos equipos, según confirmó en Berlín su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer. Sin embargo, aún no está claro qué países se harán cargo de ellos y de dónde saldrán los 3.000 soldados necesarios. En la capital alemana, el Reino Unido e Italia mostraron interés en participar, y también se habló de un posible protagonismo español. "Puede que el nuevo Gobierno se muestre dispuesto a ello", dijo, esperanzada, Heidemarie Wieczoreck-Zeul, ministra de Cooperación alemana. España, en la actualidad, tiene desplazados 132 soldados en Afganistán, subordinados a la ISAF, pero en los próximos días duplicará este contingente, según lo decidido por el PP con el visto bueno del PSOE. En Berlín se firmó también un convenio que prevé la creación de un cordón de seguridad para la interceptación de drogas formado por los países vecinos de Afganistán: China, Irán, Pakistán, Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán. Afganistán aporta cerca del 80% de la producción mundial de opio.
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