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Los geólogos anuncian el hallazgo de huellas de un mar salado en Marte

Las rocas sedimentarias estudiadas por el 'Opportunity' se formaron en agua, asegura la NASA

El lugar en el que cayó el robot Opportunity en Marte está respondiendo a las expectativas que creó entre los geólogos de esta misión de la NASA, que ayer se mostraron convencidos de que en el pasado hubo allí extensiones de agua salada, aunque no pudieron precisar el tamaño ni la época. Los científicos se basaron en el origen sedimentario de las interesantes rocas que ha estado explorando el robot con su brazo dotado de instrumentos casi desde que descendió a la superficie marciana el 25 de enero pasado. El lunes, Opportunity salió por fin del pequeño cráter en que cayó.

Un mosaico de 150 imágenes microscópicas ha permitido observar de cerca las rocas
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Hace solo tres semanas que la NASA anunció que había claros indicios de que hubo en la zona estudiada por elOpportunity agua líquida en algún momento del pasado, pero ayer los geólogos quisieron compartir las conclusiones a las que han llegado tras haber estudiado microscópicamente algunas de las rocas. Están prácticamente seguros de que las rocas se formaron en el agua, por la precipitación de sedimentos, como tantas otras que existen en la Tierra. Para ello se basan en las características de los sedimentos, distintas de los que se producen en presencia de aire.

También tienen ya los científicos la composición de las microscópicas esferas encontradas en los intersticios de las rocas y en el terreno circundante. Son ricas en hematita, un mineral de hierro que puede formarse en presencia de aire o de agua. El Opportunity fue enviado a explorar esta zona precisamente porque las naves en órbita habían detectado en ella hematita.

Para explicar ayer las recientes conclusiones, los responsables de la NASA, incluido su director Sean O´Keefe, y los científicos dieron toda una clase de sedimentología, aderezada con frases que recordaban que terrenos semejantes en la Tierra son propicios para el hallazgo de fósiles y que los mares poco profundos son adecuados para que surja la vida.

Rompecabezas

Sin embargo, a la pregunta de si sería posible detectar ahora desde la Tierra las huellas microscópicas de vida (fósiles bacterianos) en las rocas estudiadas por el Opportunity, los científicos aseguraron que no, debido a que serían demasiado pequeñas. Sin embargo, aprovecharon para recordar que las próximas misiones a Marte previstas por Estados Unidos servirán para resolver poco a poco el rompecabezas de cómo fue Marte en épocas pasadas y la pregunta omnipresente de si alguna vez albergó vida.

"Hace tres semanas teníamos datos químicos que nos indicaban que hubo agua alguna vez, pero ahora hemos conseguido ver con detalle las rocas y comprobar que se formaron dentro del agua", aseguro Steve Squyres, director científico de la misión, quien se deshizo en elogios para los ingenieros y técnicos del equipo de los robots Spirit y Opportunity. Gracias a ellos se han podido hacer cosas con el robot que nunca se hubieran imaginado los científicos, aseguraron éstos.

En este caso, el brazo robótico con instrumentos se ha utilizado para tomar más de 150 imágenes microscópicas de una de las rocas, con las que se ha elaborado un mosaico que ha permitido a los geólogos observar de cerca sus características y sacar sus conclusiones.

Éstas se basan en la estructura de laminación de las rocas, que es la que se observa en la Tierra en rocas que se han formado por sedimentación sometidas a las ondas o pequeñas olas producidas en una lámina de agua por el viento.

Sin embargo los geólogos saben poco más que esto por ahora. No saben cómo era de profundo el supuesto mar, ni siquiera si se trató únicamente de una charca, y tampoco saben si este tipo de depósitos de agua se dieron en otras zonas de Marte ni cuando surgieron ni cuando desaparecieron. Sí saben que los sedimentos al depositarse atrapan todo lo que existe en el fluido en que se forman y por tanto pueden dar todavía mucha más información de cómo era Marte en aquella época.

El Opportunity ha estado estudiando desde el 25 de enero las rocas cercanas, dentro del cráter de unos 22 metros de diámetro en el que cayó. La superficie del cráter es arenosa y muy resbaladiza por lo que los responsables de la misión lo han explorado todo lo que han podido antes de decidirse a intentar sacar el robot de él. El domingo hicieron un intento, que fracasó, y el lunes por fin lo consiguieron. La cámara panorámica envió ese mismo día imágenes del llano paisaje más allá del cráter, parte del cual será recorrido por el robot, que ahora se dirige hacia un cráter mucho mayor situado a 250 metros de distancia.Se espera que recorra entre 50 y 100 metros diarios.

Mientras tanto el Spirit, que llegó a Marte el 4 de enero, permanece en un segundo plano, dado que el terreno en el que cayó resulta mucho menos interesante para los geológos, ya que se parece mucho al observado por las naves Viking en los años setenta.

La conservación de los dos robots es muy buena, por lo que los responsables de la misión han decidido prolongarla. El Spirit se dirige ahora hacia unas lejanas colinas, con la esperanza de que encuentre una zona tan interesante como la del Opportunity. Ambos robots están en la zona ecuatorial de Marte, pero separados más de 10.000 kilómetros.

Panorámica del cráter con afloramientos rocosos en el que cayó <i>Opportunity,</i> tomada por el robot el lunes pasado desde el borde. Se observan las rodadas y la plataforma en la que llegó.
Panorámica del cráter con afloramientos rocosos en el que cayó Opportunity, tomada por el robot el lunes pasado desde el borde. Se observan las rodadas y la plataforma en la que llegó.NASA
Esférulas ricas en hematita estudiadas por el <i>Opportunity</i> en las rocas del cráter.
Esférulas ricas en hematita estudiadas por el Opportunity en las rocas del cráter.NASA
Imagen detallada de una roca con algunas esférulas.
Imagen detallada de una roca con algunas esférulas.NASA

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