Estancia inolvidable
En su crónica en EL PAÍS de ayer titulada "Última cena en La Moncloa", el redactor atribuye el interés de Aznar por relacionarse, en 1997, con Tony Blair a su deseo de corregir su imagen de "españolito de Valladolid, bajito y con bigote".
El argumento se repite unos párrafos más adelante al presentar a la independiente y progresista Cherie Blair como "una católica de Liverpool, a años luz del Valladolid de Jose María Aznar y Ana Botella".
Si tenemos en cuenta que la relación con Valladolid del matrimonio Aznar se limita exclusivamente al periodo de dos años, entre 1987 y 1989, en que don Jose María desempeñó el cargo de presidente de Castilla y León, hay que considerar asombroso el impacto que debió suponer para ellos su estancia en la ciudad castellana.