Expertos en dinosaurios critican la gestión política del patrimonio paleontológico

Los paleontólogos expertos en dinosaurios de la Comunidad Valenciana insisten denunciar en la actitud de nulo diálogo que la dirección general de Política Lingüística y Patrimonio Cultural mantiene hacia ellos. Los científicos criticaron recientemente el catálogo de huellas prehistóricas que la consejería está elaborando para que algunos yacimientos valencianos sean declarados Patrimonio Mundial de la Unesco. El director general de patrimonio, David Serra, respondió entonces minimizando la existencia de dicho malestar y aseguró que "la Consejería está abierta a todos".

Los científicos afirman que en la dirección general se producen "irregularidades"

Hasta en cinco ocasiones, insisten los científicos, han intentado entrevistarse con David Serra en los últimos 10 meses. Dichas peticiones, "registradas oficialmente" en la consejería, recibieron la callada por respuesta.

Fruto de este silencio administrativo, continúan los investigadores de cinco equipos de paleontología de la Comunidad Valenciana, algunos de los yacimientos valencianos que cuentan con icnitas (huellas) de dinosaurios, como los de Chelva, Teresa de Cofrentes o Alpuente, han quedado fuera del catálogo que se incluirá en la solicitud española para que la Unesco declare Patrimonio Mundial los hallazgos prehistóricos de la Península Ibérica. Aparte de perjudicar al acervo paleontológico, señalan los científicos, esta ausencia supondrá una pérdida para los municipios olvidados que puede afectar a los futuros proyectos turísticos que pudieran desarrollar.

Ante esta crítica, el director general de Política Lingüística y Patrimonio Cultural, admitió la semana pasada a EL PAÍS que "puede haber una queja dentro de un sector científico minoritario", al tiempo que subrayaba la predisposición al diálogo de su consejería.

En una carta firmada por ocho paleontólogos vinculados a distintas universidades y museos, éstos afirman a su vez que ese "grupo minoritario" al que aludía Serra está constituido por la práctica totalidad de los equipos de investigación que trabajan en territorio valenciano.

Los firmantes, entre los que están Carlos de Santisteban, Andrés Santos y José Luis Sanz, reclaman de Serra que "además de presumir" del patrimonio paleontológico valenciano, "debería conocer la problemática" existente respecto a la "gestión política que del mismo se está haciendo".

Los investigadores van más lejos al asegurar que en la dirección general se han cometido "irregularidades" que han generado malestar entre la comunidad científica. La causa de este descontento, instalado desde hace un año y precedido por más de dos décadas de tranquilidad, según los firmantes, tendría su origen en la labor desarrollada por un "técnico contratado como paleontólogo por la dirección general de patrimonio", a quien sin embargo no citan por su nombre en ningún momento.

Los científicos censuran con dureza a dicho técnico, al que acusan de "dificultar administrativamente las solicitudes de permisos de excavación" a aquellos que trabajan con dinosaurios, "con retrasos injustificados, solicitud de documentos innecesarios y calificando arbitrariamente la documentación presentada de "poco científica" e "insuficiente".

No sólo eso. Este técnico habría instado a la Consejería de Cultura a interponer una denuncia contra "la única empresa minera de la Comunidad Valenciana que dispone de un titulado superior" para la supervisión paleontológica de las explotaciones. Pese a que la citada denuncia fue sobreseída por los tribunales, los redactores de la carta entienden que la iniciativa cumplió su objetivo: "paralizar las excavaciones durante más de un año".

Los paleontólogos afirman que este técnico ha continuado supervisando las peticiones de excavación de aquellos con los que sostenía procesos judiciales, haciendo caso omiso a las demandas de incompatibilidad; que la consejería ha permitido que sea "a la vez parte interesada y beneficiario de subvenciones públicas mientras evalúa solicitudes y memorias de excavaciones, incluidas las suyas"; y llegan a acusarle veladamente de entorpecer su trabajo debido a los "compromisos académicos e investigadores" que dicho técnico tendría en el campo de los dinosaurios.