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El forense turco dice que recomendó hacer pruebas de ADN de los fallecidos del Yak-42

El director del instituto de Estambul declara que "España insistió en repatriar los cadáveres"

Juan Carlos Sanz

Keramettin Kurt, presidente del Instituto de Medicina Forense de Turquía, donde se conservan muestras de los 62 militares españoles muertos en el accidente del Yakovlev 42 en Trabzon (Turquía), el 26 de mayo del año pasado, ha declarado a EL PAÍS que el equipo de forenses que trabaja a sus órdenes recomendó la realización de pruebas de ADN para la identificación de los restos, ya que disponía de todos los equipos necesarios para este tipo de pruebas, pero los representantes españoles "insistieron en repatriar los cadáveres".

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Keramettin Kurt recibió el pasado jueves a EL PAÍS, después de entrevistarse durante dos horas y 40 minutos con el secretario general de Política de Defensa español, Javier Jiménez Ugarte, en su despacho de Estambul. El directo del Instituto de Medicina Forense declinó comentar el contenido de este encuentro que, según explicó, había sido autorizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía.

"El fiscal general de Trabzon nos pidió tras el accidente que enviáramos un equipo de medicina legal para identificar a las víctimas; y nosotros recogimos muestras de ADN de todas ellas", explicó Kurt, médico forense. "Las tenemos conservadas aquí a 80º bajo cero y aún no se han utilizado pero, si se pide oficialmente, pueden utilizarse".

Según el Protocolo de Examen de Cadáveres, Autopsia e Identificación suscrito por las autoridades turcas y españolas a las 2.20 del pasado 28 de mayo, 32 de los cadáveres de los militares estaban identificados y otros 30 sin identificar cuando los representantes españoles se hicieron cargo de todos ellos.

Kurt sostiene que su equipo de forenses "contaba con el material necesario para hacer las pruebas de identificación mediante ADN", pero "los españoles tomaron la decisión final".

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"Los test de comparación de [ADN con muestras de] sangre se pueden hacer en 24 horas, y los de otros restos, como huesos, en 48 horas", asegura Kurt, antes de precisar que en el caso del Yak-42, a causa del transporte de las muestras desde Trabzon a Estambul, hubieran sido necesarios cuatro o cinco días".

"No hago interpretaciones"

"Empezamos a trabajar cuando se nos pidió; nosotros recomendamos que se hiciera la prueba de ADN, pero España insistió en repatriar los cadáveres", explicó. "No hacemos interpretaciones", advierte, cuando se le pregunta su opinión sobre esta forma de proceder, "nos limitamos a hacer nuestro trabajo"

Al responsable del Instituto de Medicina Forense no le consta oficialmente si algunos familiares de las víctimas en España han solicitado hacer pruebas de ADN. "Es una decisión que tiene que tomar la fiscalía de Trabzon siguiendo el procedimiento legal, los familiares no pueden acudir espontáneamente al Instituto, como tampoco pueden hacerlo los ciudadanos turcos en un asunto judicial", aclara Kurt.

En principio, las muestras de los restos de las víctimas, en tanto que "pruebas judiciales" no pueden ser enviadas fuera de Turquía, pero los familiares tampoco están obligados a desplazarse hasta Estambul. "Si la fiscalía lo aprueba, los familiares pueden enviar muestras de sangre para que sean cotejadas con las muestras de las víctimas", precisa el responsable turco, quien considera exigible, sin embargo, que se siga "el procedimiento legal español con la intervención de los médicos forenses competentes".

Para este médico forense, la mejor opción es el cotejo con muestras de sangre de los padres de las víctimas, o conjuntamente de hijos y esposas que, en su opinión, ofrecen un 99,99% de aciertos en la identificación mediante 16 parámetros. Con otros parientes, como los hermanos, los resultados son "muy débiles".

Con las bolsas con los restos de las víctimas, que fueron numeradas, se podría, explica, haber comprobado que el ADN de los familiares correspondía al de los restos, "pero también que correspondían a otra bolsa distinta".

También se conservan en Estambul muestras de ADN de los 13 miembros de la tripulación del avión ucranio. Kurt sale al paso de la polémica sobre si el piloto del Yak-42 había ingerido alcohol. "La presencia de alcohol sólo se puede detectar en la sangre o en la piel, y el cuerpo del piloto estaba completamente carbonizado", precisa. "Aunque puede ser identificado por el análisis de los huesos". Respecto a los análisis que hacen referencia a la presencia en el cuerpo del copiloto de alcohol no ingerido, derivado supuestamente de las sustancias químicas que se desprendieron en la explosión del aparato, Kurt no los asume, ya que fueron realizados por los laboratorios de la Facultad de Medicina de Trabzon.

Dos soldados turcos inspeccionan los restos del Yak-42.
Dos soldados turcos inspeccionan los restos del Yak-42.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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