La última vuelta a casa
Interior e Iberia repatrían gratis los cadáveres de los extranjeros fallecidos y traen a los familiares que quieran viajar a España
El viaje de Viena Mendoza entre Guayaquil (Ecuador) a Madrid comenzó a gestarse a las 7.30 de la mañana del pasado jueves, aunque ella aún no lo sabía. Justo a esa hora explotaban las bombas que destrozaron el tren en el que viajaba su nieto Neil Torres, de 35 años, y su esposa Lourdes Pinargote, de 34. Ella quedó malherida, pero viuda y con una hija de año y medio.
La señora Mendoza, junto a una de sus hijas, Rosana Torres, fue ayer de las primeras parientes de las víctimas de origen extranjero del atentado en llegar a España para reunirse con sus familiares. Como ellas, otras muchas personas lo harán los próximos días. No sólo los allegados de la treintena de fallecidos procedentes de otros países, sino también de las personas que resultaron heridas e incluso de los muchos que aún están desaparecidos, sin que a día de hoy se haya confirmado que estuvieran en el lugar de la tragedia. Para todos ellos, el Ministerio del Interior ha puesto en marcha un dispositivo, que se gestiona a través de la Oficina de Atención a las Víctimas (902 150 000 o 902 150 003).
A todos los afectados se les está ofreciendo la posibilidad de repatriar los cadáveres a sus países de origen y, para ello, el Ministerio se coordina con las embajadas y la compañía Iberia, que brindó sus vuelos de manera desinteresada. Además, podrán acompañar los cuerpos los familiares de las víctimas que así lo deseen. La otra opción que se ha abierto es que los allegados vuelen a España, a través de la misma compañía.
Mientras esperaba el vuelo de su abuela Viena, Carlos Cantos Torres explicó en Barajas que aguardaban también esa misma tarde la llegada de unas primas desde Estados Unidos. El Ministerio de Asuntos Exteriores había facilitado previamente un certificado para obtener el visado que les permitiera entrar el país. "Además yo reservé los pasajes en Madrid y ahora en Estados Unidos les han dicho a mis primas que me van a devolver el dinero", explicó.
Es difícil cuantificar el número de extranjeros fallecidos porque aún quedan muchos cuerpos sin identificar, aunque hay alrededor de una quincena de nacionalidades. Pero la comunidad extranjera que más ha sufrido el atentado del pasado jueves es la rumana, con 84 heridos, de los que 20 aún estaban ayer hospitalizados, y ocho fallecidos. "El Gobierno rumano tiene a la disposición de los familiares dos aviones para repatriar los cuerpos. La partida será en función del papeleo, pero pienso que a mediados de la semana que viene", indicó el embajador de Rumania, Stilian Oancea, quien añadió que hoy es día de luto oficial en su país en solidaridad con España.
Ayer por la tarde, la embajada de Ecuador, tras haber enviado a sus funcionarios a los hospitales de Madrid, se veía incapaz de cuantificar el número de sus nacionales implicados. El embajador, Francisco Carrión Mena, indicó que sólo habían podido confirmar cinco hombres fallecidos de momento. "Desde la embajada y el consulado se ha hecho un recorrido por todos los hospitales estos días para verificar en el lugar la nacionalidad de los heridos", señaló. Pero la información obtenida no permitía dar una lista.
"Hay una preocupación permanente por las víctimas en el consulado y la embajada, considerando que en Madrid viven unos 250.000 ecuatorianos", agregó el embajador, quien ayer mismo visitó el tanatorio Sur y el de M-30 para ofrecer sus condolencias a los familiares de las víctimas.
También en la embajada de Marruecos, cuyos nacionales integran otra de las comunidades más numerosas de Madrid, se trabajaba en la búsqueda de nuevas víctimas entre las no identificadas hasta ahora. El embajador en España, Abdessalam Baraka, indicó que entre sus compatriotas había tres víctimas mortales, dos hombres y una menor, y 14 heridos, de los cuales cinco continuaban ingresados. Uno de los fallecidos, Ousama El Amrati, fue repatriado ayer mismo a la ciudad de Tánger. Otros dos cuerpos de marroquíes viajarán mañana al mismo destino. Es el caso de Mhamed Itaiben, natural de Alhucemas, donde la tragedia ya se hizo sentir a través de un terremoto hace muy poco.
"Los féretros y las familias que quieran acompañarlos se marchan gracias a la Fundación Hassan II y de Air Maroc", indicó Barak. En ese momento, a media tarde, escribía una carta a la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, para "agradecer a todo el pueblo español toda la atención y la solidaridad en estos momentos trágicos".
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