La oferta de Aznar olvida a los hermanos

"Es una pena que ofrezcan lo que no van a dar". Los familiares de Neil Torres, fallecido en los atentados, se mostraban ayer muy enfadados con el Gobierno español, y especialmente con su presidente, José María Aznar, quien el día anterior había anunciado que se concedería la nacionalidad "por carta de naturaleza" a los familiares de los extranjeros afectados por el atentado o, en su caso, se regularía su situación en España a quienes lo prefiriesen así.

Carlos Cantos Torres, primo del fallecido, explicaba que su madre, que es hermana del desaparecido había acudido a las oficinas habilitadas durante este fin de semana en Madrid, en la calle General Pardiñas, número 90, para tramitar su nacionalidad como hermana del fallecido.

"Los propios tramitadores le han dicho que no puede ser la nacionalidad, sino sólo el permiso de residencia", se indignaba.

La explicación es cultural. En España, los familiares directos, a efectos legales de nacionalidad, son los hijos, los cónyuges y los ascendientes. Pero no, los hermanos.

Desde el Ministerio de Interior explicaron ayer que la oferta hecha por el Gobierno, se concretará en los cónyuges, los hijos menores de 18 años y los mayores con minusvalías, junto con los ascendientes con dependencia económica de la víctimas.

Para solicitarlo, debe acudirse a dichas oficinas con una acreditación médica de las lesiones provocadas por el atentado. Se estudiará caso por caso, pero la intención es utilizar un criterio "abierto y de generosidad", según el ministro de Interior, Ángel Acebes.

Aún así, Carlos Cantos no estaba muy convencido. "Entonces, que no digan que se dará a toda la familia. Allá en Ecuador nos dijeron que si el Gobierno hizo una rueda de prensa para prometer, debe cumplirlo".