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Reportaje:LA INVERSIÓN PÚBLICA EN LOS BARRIOS

Objetivo: recuperar los barrios más pobres

La primera ley del tripartito destina 600 millones a rehabilitar la Cataluña más degradada

"El Gobierno catalán no sabe en qué barrios se actuará", afirma el secretario de Planificación, Oriol Nel.lo, al dar cuenta de la que será la primera ley del tripartito. Se trata, explica, de intervenir donde decidan los ayuntamientos. De modo que el requisito imprescindible es que el municipio considere que hay problemas y, sobre todo, que elabore un proyecto para abordarlos. Son barrios sometidos a presión demográfica de oleadas de inmigrantes, al socaire del bajo precio de la vivienda, aquejados además de un notable envejecimiento de la población y, con frecuencia, con escasa actividad económica.

La idea es que hay tres tipos de actuaciones preferentes: en cascos antiguos degradados, en polígonos construidos al amparo del desarrollismo con déficit de equipamientos, en barrios que nacieron ya marginales, muchas veces sin los servicios más elementales, y que no siempre han sido rehabilitados como era necesario. La inversión total será de 600 millones de euros, de los que dos tercios procederán de las arcas del Gobierno catalán.

Poblat Roca, Can Palmer, Can Batllori, Hospital y Fleming, separados y sin servicios
La Torrassa: 47.000 habitantes por kilómetro cuadrado, el triple que en Barcelona
El centro de Balaguer: edificios viejos y viviendas pequeñas habitadas por familias humildes.
Falta de servicios o excesiva concentración de inmigrantes son visibles en Santa Eugènia
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Una ley que quiere ser símbolo

- L'Hospitalet. Un ejemplo es la zona de L'Hospitalet integrada por Collblanc y La Torrassa. El Ayuntamiento ha elaborado tres planes urbanísticos de reforma interior, dos ya en marcha y un tercero que se impulsará con ayuda el Gobierno catalán. El resultado será una labor de cirugía en la zona de mayor densidad del municipio (47.000 habitantes por kilómetro cuadrado, el triple que la media de Barcelona). También es una de las zonas más degradadas de la segunda ciudad de Cataluña, con un crecimiento urbanístico desordenado desde la llegada de la primera oleada migratoria, coincidiendo con la exposición de 1929. Los tres planes especiales dotarán al distrito de dos hectáreas de zonas verdes, lo que supondrá un aumento en el barrio de estos espacios en un 66%, y 122 nuevas viviendas que servirán para realojar en el mismo distrito a los afectados por las expropiaciones que permitirán esponjar el barrio, crear nuevos espacios y ampliar viales.

Este distrito concentra el 22% de la población inmigrante del municipio, con una media de edad superior al promedio de la ciudad.

- Viladecans. Hay una zona del municipio de Viladecans que reúne sectores como Poblat Roca, Fleming, Can Palmer, Can Batllori y Hospital. Son barrios que se construyeron en la década de 1970, incluso antes como es el caso del Poblat Roca, y que cuentan en la actualidad con estructuras urbanísticas muy deficitarias. Crecieron separados del centro de Viladecans, con pocos servicios y sin una estructura comercial adecuada. El envejecimiento de la población y el alto nivel de inmigración son otras características comunes a estos barrios que suman unos 12.000 habitantes. El Ayuntamiento de Viladecans ha empezado a trabajar con el Departamento de Política Territorial en un proyecto de intervención urbanística que incluya un plan de rehabilitación de fachadas de edificios, que ya se ha iniciado en el caso de Poblat Roca, la instalación de ascensores en las fincas más antiguas, además de dotación de equipamientos y un plan de actuación que incluya programas de servicios sociales, educación y juventud, entre otros. De momento, el consistorio está terminando de desarrollar el proyecto de reforma integral para estos barrios y de dotarlo de contenido con la esperanza de ser uno de los que opten al fondo económico de de la primera ley catalana.

- Mataró. El barrio de Rocafonda, en Mataró, surgió como consecuencia del espectacular crecimiento de la población registrado en las décadas de 1960 y 1970. Las posteriores actuaciones especulativas acabaron de definir el perfil del barrio: calles angostas, aceras estrechas, una alta densidad de viviendas en edificios con notables deficiencias y una importante carencia de equipamientos y espacios públicos. En 1999, la Asociación de Vecinos de Rocafonda propuso al Ayuntamiento la elaboración de un plan estratégico que permitiese una completa transformación de un barrio que se había degradado progresivamente por el envejecimiento de la población, el deterioro de las viviendas y también por la creciente presencia de nuevos inmigrantes que vivían en condiciones ínfimas. Como presentaba características similares, el barrio colindante del Palau fue incluido en el Plan Integral. En 2002, la Comisión Europea concedió 5,2 millones de euros -el 80% de las actuaciones previstas hasta 2006- para financiar el proyecto. El objetivo era mejorar la calidad de vida de los 15.000 habitantes de Rocafonda y el Palau favoreciendo una mayor cohesión social, impulsando una profunda reforma urbana y revitalizando la actividad económica. A través de reuniones y talleres, los vecinos y representantes de las asociaciones han podido opinar, proponer y debatir las necesidades prioritarias del barrio. Desde la puesta en marcha del plan, en Rocafonda y el Palau se han visto notables mejoras. Se ha impulsado la rehabilitación de viviendas antiguas y la instalación de ascensores. En los próximos años -el plan tiene una vigencia hasta el 2007- se construirá una rotonda de acceso al barrio desde la autopista, se reurbanizará la ronda de Estrany y se trabajará en nuevos equipamientos. "Ahora estamos en el ecuador del plan integral. Los resultados han animado a trabajar en otros barrios de la ciudad siguiendo el modelo de Rocafonda", concluye Batista, que confía en las ayudas del Gobierno catalán para rematar la operación.

- Girona y Salt. Uno de los municipios que tienen muy claro que solicitará las subvenciones de la Generalitat es Salt.

Jaume Torramadé, alcalde de Salt, localidad de 24.500 habitantes vecina de Girona, explica que ya comunicó al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, la decisión. "Nuestra intención es invertir en la rehabilitación de viviendas y entornos urbanos en la zona centro y el Veïnat", concreta el edil de CiU. Pasqual Maragall, escogió diversas escuelas del municipio para ejemplificar, mediante una visita institucional, el apoyo que el nuevo Gobierno tripartito pensaba dedicar a los centros escolares receptores de la inmigración. Algunas escuelas llegan hasta el 75% de alumnado inmigrante.

Salt es un municipio en crecimiento. El censo de población de 2003 registró un incremento de 1.299 habitantes respecto al año anterior. Este aumento de población es, en proporción, uno de los más importantes de las comarcas de Girona y se debe, mayoritariamente, a la llegada de nueva inmigración, que constituye el 23,7% del censo. Los alquileres bajos y la concentración de inmigrantes han originado en algunas zonas un círculo vicioso en el que la población autóctona se muda a otros enclaves favoreciendo la llegada de más población extranjera.

El barrio de Santa Eugènia será seguramente uno de los escogidos por la alcaldesa, Anna Pagans, para las subvenciones en la ciudad de Girona. Problemas de vivienda, falta de servicios o excesiva concentración de inmigrantes son visibles en sus calles.

- Balaguer (15.000 habitantes) tiene en su centro histórico una herida urbana profunda. Las características de la parte de la ciudad más próxima a las antiguas murallas y a la colina de Santa Maria hacen difíciles las soluciones urbanísticas que los técnicos creen imprescindibles. El alcalde de Balaguer, el socialista Miquel Aguilà, asegura que el centro histórico, donde residen 2.000 personas, tiene los mismos problemas urbanísticos y sociales que los barrios antiguos clásicos de otras poblaciones: edificios muy viejos y viviendas de pequeñas dimensiones habitadas por familias humildes.

Se añade que para conectar con el ensanche hay que superar dos barreras físicas, la colina y el río Segre. El alcalde ha puesto muchas esperanzas en la primera ley del Gobierno catalán. El consistorio ha comprado casas viejas del centro histórico y ha mejorado la accesibilidad. "Pero sin más ayudas, los resultados no se verán nunca, ya que es necesario oxigenar la zona y mejorar las condiciones de habitabilidad de la gente", señaló Aguilà.

- Lleida. El centro histórico de Lleida, una de las zonas más degradadas de la ciudad, está cada vez más irreconocible. Desde 1994, las actuaciones municipales han conseguido cambiar la dinámica regresiva en la que había entrado el barrio a causa del mal estado de los edificios y de la marcha de vecinos. "Se ha avanzado mucho, pero lo más importante aún está por hacer", asegura el arquitecto Lluís Claverol, responsable de la planificación urbanística de la zona. Muchos inmuebles del centro histórico tienen dos siglos de antigüedad y están construidos con materiales sencillos y de baja calidad como el barro y las cañas. El paso del tiempo, la humedad y la falta de mantenimiento han sido los peores aliados para la conservación de un barrio que llegó a tener una intensa actividad comercial y que en la actualidad es un foco de marginación social. En los últimos 10 años, el consistorio leridano ha derribado más de 200 inmuebles ruinosos, ha reformado 650 pisos, ha construido 180 viviendas, ha realojado en la zona a 200 familias, ha abierto nuevos viales y ha creado plazas y equipamientos sociales. Todo se ha hecho con recursos propios, ya que el dinero de la Generalitat ha llegado con cuentagotas. Claverol cree que las ayudas del nuevo Gobierno permitirán ejecutar muchas de las actuaciones pendientes.

- Reus y Tortosa. Los ayuntamientos de Reus (Baix Camp) y Tortosa (Baix Ebre) solicitarán que sus planes de rehabilitación de los barrios del Carme y del casco antiguo, respectivamente, se incluyan en la primera convocatoria de las ayudas que dará la Generalitat para la reforma integral de barrios degradados. En el caso de Reus, se trata de un barrio nacido extramuros, en el siglo XVIII, donde convivían obreros y fábricas en una época de expansión de la ciudad. El Carme es una notable extensión de terreno donde viven 3.500 personas en pisos que en el 60% de los casos no han tenido ninguna reforma desde 1930. Al barrio, la degradación le ha llegado a partir del progresivo envejecimiento de unas viviendas que, al quedar vacías, no se han destinado a alquiler. La inseguridad ciudadana, básicamente menudeo de droga y delincuencia de baja intensidad, es otro rasgo del barrio.

En Tortosa, el Ayuntamiento está decidido a "no dejar escapar" la oportunidad que le brinda el Gobierno catalán para hacer realidad una de las actuaciones más ambiciosas que se ha propuesto el consistorio desde hace dos años: recuperar para los ciudadanos el casco antiguo. Así lo explica el concejal de Obras Públicas, el socialista José Antonio Martín. Tortosa quiere que el casco antiguo, lo que fue la ciudad dentro de las murallas, recupere su vitalidad perdida. Hoy, explica el concejal, es un espacio de 40 hectáreas con cinco zonas con "personalidad propia", y defiende una reforma integral que conserve las peculiaridades de cada una de ellas. "No queremos un casco antiguo para turistas, lo queremos para los tortosinos", asevera. Hoy, el casco antiguo de Tortosa es destino habitual de la inmigración. El proceso de abandono ha ido históricamente ligado al crecimiento de nuevas urbanizaciones y zonas residenciales.

Han elaborado esta información Gerard Bagué, Lluís Visa, Dulce Valero, Oriol Aymí, Judith Vives y Francesc Arroyo.

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