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Un liberado de Guantánamo denuncia tortura psicológica

Jamal al Harith, uno de los cinco británicos liberados esta semana tras pasar más de dos años detenidos en la base militar estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, denuncia a las fuerzas de EE UU por palizas y tortura psicológica.

En los primeros relatos que hacía desde su liberación el pasado martes, publicados ayer en el diario británico Daily Mirror, Al Harith, de 37 años, dice que las palizas no fueron tan malas como la tortura psicológica para hacerle confesar actos que nunca cometió. Según relata, los presos eran obligados a mirar a prostitutas con la intención de degradarlos. "A veces podías estar atado en el suelo con las manos y los pies juntos. Uno de mis amigos me dijo que le dejaron así hasta 15 horas seguidas", afirma el ex preso, que viene de Manchester (norte de Inglaterra).

Al Harith señala que fue detenido en octubre de 2001 en Afganistán. Allí pasó accidentalmente desde Pakistán, donde los talibanes le creyeron espía porque portaba pasaporte británico. Después cayó en manos de las fuerzas de EE UU. "Ellos (los estadounidenses) dijeron: no tienes derechos aquí", añade el recién liberado, que recalca: "Después de un tiempo dejamos de pedir derechos humanos para solicitar derechos de los animales".

Los cinco británicos fueron puestos en libertad por falta de pruebas tras ser repatriados al Reino Unido el pasado martes. Después de Al Harith, la policía británica liberó el pasado miércoles a Ruhal Ahmed, de 22 años; Asif Iqbal, de 22, Shafiq Rasul, de 26, y Tarek Dergoul, de 26 años.

Denuncia de las familias

Al igual que el resto de los 600 prisioneros en Guantánamo, los británicos liberados pasaron más de dos años retenidos en un limbo legal; nunca se les acusó de ningún cargo, mientras que estuvieron confinados en condiciones consideradas "inhumanas" por las organizaciones humanitarias, en celdas de 2,5 por 2,5 metros.

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Sus familiares insistieron en que ninguno tenía vínculos con grupos terroristas; que estaban en Pakistán y Afganistán por distintas razones, unos estudiando, otros viajando o visitando amigos.

El padre de uno de los cinco británicos repatriados al Reino Unido aseguró ayer que demandará a Estados Unidos por los más de dos años que su hijo estuvo prisionero en la base militar de Guantánamo. Riasoth Ahmed, padre de Ruhal Ahmed, dijo que su hijo sufrió mucho durante el tiempo que pasó en esa base. "Voy a demandarles (a las autoridades de EE UU) y probablemente al Gobierno británico también. Ruhal es una buena persona. No fue acusado de nada", declaró Riasoth Ahmed a los periodistas.

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