Cataluña se moviliza para prestar ayuda sanitaria
La Generalitat pone a disposición de Madrid sus unidades de quemados, helicópteros y cirugía plástica
"Ni cuando estalló la bomba de Hipercor vimos algo parecido; la gente se ha movilizado como nunca". Las palabras de Miguel Lozano, responsable del Banco de Sangre del Hospital Clínico de Barcelona, eran ayer el vivo reflejo de que 600 kilómetros de distancia no son obstáculo para la solidaridad ciudadana. A las 10 de la mañana, los hospitales catalanes ya habían enviado 500 bolsas de sangre a Madrid para colaborar en el abastecimiento de los centros de salud de la capital. En todo el día, y en el conjunto de Cataluña, se cuadruplicó el número de donaciones de una jornada normal.
Ya a las nueve de la mañana se llenaron los pasillos de los hospitales con centenares de ciudadanos que pedían colaborar con lo poco que podían, medio litro de su sangre. Las donaciones se sucedieron durante toda la jornada, incluso mucho después de que las autoridades madrileñas y catalanas aseguraran que las reservas eran suficientes para afrontar las primeras horas de la tragedia.
Para Eduard Gaya, Pepe Delsorts y Anna Simó, estudiantes de la Universidad de Barcelona y de la Ramon Llull, la de ayer era su primera donación. A mediodía aguardaban pacientemente en un pasillo del Clínic: "En la facultad han suspendido las clases y hemos decidido que nos veníamos para acá. Lo que ha pasado es demasiado fuerte", explicaba Anna sin mostrar temor alguno por el hecho de que fuera la primera donación. En este hospital, donde los días normales no llegan más de 100 donantes, ayer se calculaba que se iba a rebasar la cifra del millar. "Estamos haciendo esperar bastante a la gente, pero lo entienden y aguardan", relataba una enfermera.
"Esperar es lo de menos en un día como hoy", contaba Juan Jesús Chamizo, médico de profesión, mientras esperaba en el pasillo. "Lo importante es que la sangre llegue".
Según datos del Departamento de Sanidad del Gobierno catalán, se recogieron 3.072 donaciones y 400 profesionales colaboraron con los distintos bancos de sangre, un 40% más que un día normal. Al final del día se habían enviado a Madrid más de 820 unidades para transfusión. Además de los habituales servicios en los hospitales, varias unidades móviles se desplazaron a universidades y otros lugares públicos para facilitar las donaciones.
El Gobierno catalán también puso a disposición de la Comunidad de Madrid las unidades de grandes quemados de los hospitales, las unidades de cirugía plástica, helicópteros medicalizados y unidades móviles de cuidados intensivos. El Instituto de Medicina Legal de Cataluña también ofreció trasladar a Madrid a 15 de sus profesionales forenses.
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