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MATANZA EN MADRID | Solidaridad

Miles de madrileños se lanzan a donar sangre para las víctimas del atentado

La avalancha de voluntarios consiguió cubrir en sólo dos horas todas las necesidades de plasma

Con los hospitales saturados y las radios y televisiones emitiendo llamamientos de socorro, miles de madrileños acudieron ayer desde primera hora a donar sangre a los cuatro puntos de emergencia habilitados por la Comunidad de Madrid. A las 10.30, una cola de 1.200 personas, en fila de a uno, partía del centro de donación de la Puerta del Sol -un autobús con capacidad para atender a 150 personas como máximo-, daba una vuelta a la plaza, bajaba por la calle del Arenal y subía por la plaza de Celenque. Al tiempo, medio millar de ciudadanos esperaba para donar en el autobús ubicado en la plaza de Castilla, y varios centenares más lo hacían en la Universidad Complutense y en el centro de transfusión de Valdebernardo. Los cuatro centros de donación quedaron colapsados dos horas después del atentado.

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"Nos hemos organizado nosotros mismos desde el primer momento. El autobús de Sanidad ni siquiera había llegado porque había un atasco brutal, así que la gente se ha ido colocando silenciosamente en fila. De eso hace casi dos horas", explicaba Gabriela Pastor, médica de profesión. A su lado, también en la Puerta del Sol, Francisco Gordillo, funcionario del Ayuntamiento, contaba que había salido corriendo de la Casa de la Villa en cuanto había escuchado los mensajes de alarma por la radio. "Es que soy del grupo 0 negativo, sé que mi sangre es valiosa".

Los primeros habían llegado sobre las nueve de la mañana, y hora y media después seguían de pie y sin saber si serían atendidos. "Sólo ahora han empezado a pasarnos las hojas de información, y nos han dado algo de comida para que no nos baje la tensión. Está un poco desorganizado, aunque también es verdad que el autobús ha llegado aquí de puro milagro, con el atasco que hay", se quejaba tímidamente un hombre que se dirigía al trabajo cuando supo del atentado y decidió cambiar la ruta.

Muchos metros de cola más allá, detrás de un grupo de monjas, otro de trabajadores de comercios cercanos y varios universitarios con las mochilas al hombro, Leonor, estudiante de Periodismo, se armaba de paciencia para la espera. "Estoy segura de que no va a dar tiempo a que donemos todos, pero yo no me voy de aquí", decía. Efectivamente, minutos antes de las 11.00 era tal el número de voluntarios que la Policía Municipal agradeció su ayuda por megafonía y pidió que se deshiciese la fila. Emplazó a los ciudadanos a volver en los próximos días, "cuando será más necesaria su colaboración".

Casi nadie se dio por aludido. Dos autobuses de la EMT cargaron voluntarios con rumbo a otros centros de transfusión. Pasadas las 13.00, más de 300 personas seguían esperando en Sol. Aún querían ofrecer su sangre.

Decenas de voluntarios haciendo cola ante el centro de transfusiones de Valdebernardo, en Madrid, para donar sangre.
Decenas de voluntarios haciendo cola ante el centro de transfusiones de Valdebernardo, en Madrid, para donar sangre.GORKA LEJARCEGI
Voluntarios donando sangre para las víctimas de los atentados en la Puerta del Sol en Madrid.
Voluntarios donando sangre para las víctimas de los atentados en la Puerta del Sol en Madrid.CRISTÓBAL MANUEL

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