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Reportaje:

Schröder declara la guerra al 'Bild'

El canciller se niega a hablar con el diario sensacionalista, el más influyente y leído de Alemania

El canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, ha declarado la guerra al periódico sensacionalista alemán Bild Zeitung, que cada día tira cuatro millones de ejemplares y alcanza a 12 millones de lectores. El jefe de Gobierno alemán ha decidido no conceder entrevistas a Bild y se estudia la posibilidad de negar el acceso a sus periodistas en el avión de Schröder en los viajes al extranjero.

Schröder, al que definen como un canciller mediático, dijo en una ocasión que para gobernar le basta "con Bild, Bams [Bild del domingo] y la caja tonta". Uno de estos pilares se tambalea. El nerviosismo cunde en la Cancillería de Berlín ante el cúmulo de desastres electorales, la sucesión de escándalos y el fracaso en la aplicación de los planes de reformas. El canciller parece haber encontrado un culpable: Bild Zeitung. El portavoz del Gobierno, Bela Anda, declaró a la primera cadena pública de la televisión alemana (ARD): "El canciller federal ha sacado las conclusiones del modo y manera en que se presenta su política y, por lo tanto, no concederá más entrevistas a Bild". Según Anda, "el modo y manera en que se refleja la política del Gobierno es una mezcla de malevolencia, difamación y desprecio de sus autores sazonada con medias verdades". Añade el vocero: "No hay ni una brizna de oportunidad para una información correcta y adecuada ni para los autores, ni para el proceso de reformas".

No cabe duda de que Bild es un elemento clave en la política alemana. Se ha llegado incluso a formular la tesis de que en Alemania no ha surgido un populismo derechista porque ese hueco lo cubre el periódico amarillista que un día sí y otro también es leído por 12 millones de votantes. Bild arruina existencias, encumbra políticos o saca adelante proyectos que los políticos no tienen más remedio que apoyar. Ante las reformas sociales de Schröder, la posición asumida por Bild rebasa las fronteras de perversidad. Bild clama por las reformas, pero cuando entran en vigor se lanza a denunciar los casos de la pobre viejecita que tiene que pagar 10 euros para ir al médico.

Este doble juego parece haber hartado a Schröder, que ha decidido cortar. Hace dos semanas ya surgió el primer choque cuando la Oficina Federal de Prensa negó un puesto a los redactores de Bild en el avión del canciller que viajaba a Turquía. Ahora la guerra es ya abierta.

Para hacer más perversa la situación: el portavoz Anda es un periodista que alcanzó su fama en Bild. Más aún: Schröder, que cumplirá 60 años en abril, vive su cuarto matrimonio con la periodista Doris Köpf, de 40 años, que inició su carrera en Bild. El director de Bild, Kai Diekmann, ha replicado al castigo que trata de imponerle Schröder. En declaraciones al Berliner Zeitung, Diekmann sostiene: "El canciller, que está casado con una antigua reportera de Bild y se buscó un portavoz del Bild Zeitung, debería saber que no es tarea de los periódicos agradar a los políticos". Según Diekmann, "nuestra misión es informar de una forma crítica" y añade: "Cuando los políticos se ponen a la defensiva, les gusta reaccionar con reprimendas a los medios y convierten a los portadores de malas noticias en responsables". No parece muy preocupado Diekmann con el castigo de Schröder: "Para nuestras informaciones no dependemos de las entrevistas con el canciller federal. Con sus informaciones exclusivas, Bild es el diario alemán más citado y no lo cambiará el boicoteo".

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