Dennis Quaid salva al mundo de una congelación mortal
Roland Emmerich convierte su nuevo filme, 'El día de mañana', en un alegato ecológico
Roland Emmerich, director de éxitos como Godzilla o El
patriota, ha decidido hacerse ecologista con visa oro. Mientras que en Independence Day (El
Día de la Independencia
) el presidente liberaba a la Tierra de una invasión extraterrestre, en El día de mañana Dennis Quaid es un climatólogo que tiene que salvar a Estados Unidos de un gélido temporal causado por el calentamiento del planeta. La cinta se estrenará el 28 de mayo. A Emmerich le alarma el deterioro medioambiental, y en su paso fugaz por Madrid aseguró que desde que terminó el rodaje apaga enseguida las luces y sólo pone el lavaplatos cuando está lleno para ahorrar energía.
Emmerich, en tiempos escultor, estudió en la escuela de cine de Múnich, el gran centro de formación audiovisual de Alemania, y había reventado ya las taquillas germanas cuando desembarcó en Estados Unidos, donde se ha garantizado un puesto en la lista de personajes más poderosos de Hollywood.
"Cuando rodamos la película, coincidió con la ola de calor en Europa que causó cientos de muertos y tuve la sensación de estar haciendo un documental", dijo el cineasta, que asegura que la cinta es "ficción pero basada en una ciencia rigurosa". "Leí un libro que hablaba de que en no mucho tiempo habrá un cambio climático hacia una nueva edad del hielo, y a la vez tenía puesto en la televisión un canal de meteorología. Me di cuenta de que el tema podía interesar a la gente", prosiguió el director, quien reconoce haberse formado con el cine de Spielberg y George Lucas.
"Los jóvenes ya no leen ni libros ni periódicos, navegan por Internet y juegan con videojuegos", se lamenta el realizador. "Por eso hay que utilizar películas para llegar a ellos y concienciarles de los problemas. Pero tiene que ser de una manera hábil, porque no les gusta que les digan lo que tienen que hacer", añade. Con El día de mañana pretende sensibilizarlos sobre aspectos ecológicos: "Esta película es un drama emocional en el que la gente no va a pensar que les están predicando. Saldrán diciendo: 'Ha sido muy emocionante, pero ¿puede pasar? ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra?".
Durante la entrevista no paraba de apostillar a su lado el productor, Marc Gordon, el mismo de Salvar al soldado Ryan. "Hay una organización, Selvas Futuras, que neutraliza los efectos de todo lo que hacemos. Las emisiones de gas las convierten en cero. Roland firmó un talón para que plantaran árboles por valor de lo que habíamos contaminado haciendo la película", contó orgulloso Gordon, que también se ha privado de un 4 x 4 debido a su gasto en combustible. Tímido, Emmerich contó más: "Siempre me he sentido impotente. ¿Qué puedo hacer? Sabía que el estudio no iba a dar dinero a Selvas Futuras y lo hice yo. Afortunadamente, se han empezado a tomar medidas. La industria ha dicho a los músicos que en sus giras tienen que consumir menos energía. Menos focos y luces", comentó con cierta alegría. Pese a las catástrofes que muestra en sus largometrajes, Emmerich se considera "un optimista total". "Pienso que avisando, en el cine se hace algo por el futuro. Si uno hace películas escapistas, se mantiene a la gente en estado de ignorancia y eso no es bueno", argumenta. "El
día de mañana es muy humana y esperanzadora".
"Esta película tiene más impacto que los documentales, los artículos de prensa o las revistas científicas para saber qué está pasando con el medio ambiente en el mundo", añade el productor. "Hemos hecho mucha investigación y, aunque se agiliza la parte científica, la historia no es algo inventado: está basada en datos y hechos científicos", concluyó.
Babelia
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