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Reportaje:

La conciliación, según Ana Botella

La concejal defiende el horario flexible y descarta "el feminismo de confrontación"

"No quiero un mundo en el que las mujeres seamos iguales que los hombres, sino un mundo que se adapte a las necesidades de las mujeres, que son las de la sociedad en su conjunto", afirmó ayer Ana Botella, concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano de Madrid y esposa del presidente del Gobierno. Hizo esta afirmación al presentar el libro La ambición femenina. Como re-conciliar trabajo y familia (Editorial Aguilar), escrito por Nuria Chinchilla y Consuelo León, expertas del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE, vinculado a la Universidad de Navarra. Posteriormente, Botella matizó a este periódico que "por supuesto las mujeres y los hombres deben ser iguales en derechos y deberes". Añadió que parte de los problemas arrancan de que se ha legislado en función de los hombres.

Botella aseguró que la incorporación femenina al mercado laboral, un fenómeno "sin vuelta atrás", ha provocado "grandísimos cambios". "Refiriéndonos al mundo libre, occidental, civilizado, en el que hemos tenido la suerte de nacer, no todo está resuelto", añadió. Es necesario "cambiar las estructuras" y favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral, una tarea que concierne a mujeres y varones. "El hombre tiene que asumir que debe tener responsabilidad en el hogar", puntualizó Ana Botella. De esa forma se atacaría el problema de la "doble jornada" femenina, que, a su juicio, "se agudiza a medida que la escala social es más baja". "Mientras la conciliación de la vida familiar y laboral sea un asunto sólo de mujeres no iremos a ningún sitio", planteó la concejal. Apostó por "ir cambiando poco a poco las normas", dijo. La concejal

apostó por los "horarios flexibles para hombres y mujeres" como una medida conciliadora y aseguro que "el feminismo de confrontación ya no tiene razón de ser". "Hay que ir a un mundo compartido entre mujeres y hombres".

Por su parte, Nuria Chinchilla señaló que uno de las mayores dificultades para la conciliación son "las jornadas eternas", que destrozan "la ecología humana". Consuelo León se refirió a la discriminación salarial y a la escasa presencia femenina en puestos de mando. Aseguró que, a tenor de sus datos, el 40% de las directivas han tenido que reorientar su vida laboral fuera de la empresa para poder conciliar el empleo y la familia. La ambición femenina. Como re-conciliar trabajo y familia, plantea, entre otras cosas que en el ámbito laboral las mujeres padecen discriminación no tanto por su sexo como por su posibilidad de ser madres, lo que también provoca cortapisas en su carrera profesional.

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