Detenido en Barcelona un hombre acusado de matar a golpes a su bebé

La policía ha detenido en Barcelona a un hombre de 35 años acusado de asesinar a su hijo de seis meses propinándole golpes en diversas partes del cuerpo. Los hechos se descubrieron el pasado sábado, cuando el padre acudió a un hospital con el bebé para que le atendieran de las heridas que sufría. En realidad el niño ya estaba muerto y el cadáver, según la policía, presentaba síntomas visibles de malos tratos e incluso de sadismo, por lo que los médicos avisaron a la policía. Los agentes detuvieron al padre, que ha negado ser el causante de la muerte.

El detenido es Ersoy T., de 35 años y nacido en el Reino Unido, que trabajaba como cocinero en un restaurante de Barcelona. Cuando ocurrieron los hechos, el hombre se encontraba en su domicilio familiar junto a su suegra, que le ayudaba en el cuidado del pequeño. La madre estaba de viaje en Inglaterra.

Fuentes policiales explicaron ayer que, sobre las 14 horas del pasado sábado, el padre llegó al Hospital Clínico de Barcelona con el bebé ya cadáver. Los médicos exploraron al pequeño y apreciaron que presentaba síntomas evidentes de haber sufrido malos tratos, pues tenía hematomas y cicatrices en la cabeza y las extremidades, así como una quemadura de cigarrillo en una pierna.

El hospital avisó de inmediato al médico forense del Juzgado de Instrucción número 17 de Barcelona, que se encontraba en funciones de guardia y que confirmó el diagnóstico. La autopsia confirmó después que el niño tuvo una muerte violenta y que se produjo por "una combinación de asfixia y dos fracturas craneales", según explicó la policía.

Niega los cargos

Los agentes detuvieron al padre en cuanto acudieron al hospital. En sus declaraciones ante la policía, el hombre negó las acusaciones que pesan sobre él y explicó que el pasado sábado se despertó sobre las 11 de la mañana y que el niño ya presentaba ese aspecto de haber sido maltratado. La policía no da crédito a esa versión y recuerda que transcurrieron tres horas hasta que el bebé llegó al hospital. "¿Qué pasó en ese tiempo?", se interrogaba ayer un portavoz policial.

La abuela, que también estaba en el domicilio cuando ocurrieron los hechos, ha relatado a la policía que no oyó nada extraño la mañana del sábado. La madre fue informada por la policía de la detención de su esposo y regresó a España el domingo. Ese mismo día también prestó declaración, aunque no ha trascendido su contenido. Los investigadores descartan cualquier implicación de ambas mujeres en la muerte del menor y consideran que el padre pudo aprovechar la ausencia de la madre para matar al niño. "¿Pero, por qué?", se preguntaba ayer la policía, que investiga si la muerte violenta del bebé ha sido un hecho concreto o si el menor ya había sufrido malos tratos en anteriores ocasiones. El hombre pasará hoy a disposición judicial.

El acusado no tiene antecedentes penales y explicó a la policía que vivía en Barcelona desde hacía año y medio. Al poco de llegar a la capital catalana la mujer quedó embarazada y actualmente residían en una zona de clase media del paseo de Sant Joan, en la parte alta de Barcelona. La familia pagaba un alquiler de 900 euros mensuales por la vivienda que ocupaban desde hacía ocho meses.

Los vecinos de las otras 11 viviendas del edificio donde residía el sospechoso coincidían en que jamás habían observado una actitud violenta del padre hacia el niño ni habían apreciado que presentase signos de malos tratos. Algún vecino, sin embargo, sí explicó al aluvión de periodistas que acudieron que "ese niño lloraba muy a menudo de manera rara, porque no era el llanto de un niño que tenía hambre".

Este niño es el segundo que fallece en España en lo que va de año, después de que el 4 de febrero se detuviera a un hombre de 36 años acusado de matar a su hija de siete con arma blanca en Tenerife. Desde el año 2000 han muerto en España 28 menores a causa de la violencia ejercida por sus padres.