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La inversión industrial aumentó en 2003 tras dos años de declive

La apuesta inversora de las empresas catalanas creció el 0,8% el año pasado

La inversión industrial en Cataluña aumentó en 2003, tras dos años de bruscas caídas. Datos de la encuesta de inversión industrial que elabora el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) indican que la apuesta inversora de las empresas catalanas creció el año pasado un ligerísimo 0,8%, cuando en 2001 bajó el 0,9% y el ejercicio siguiente otro 2%. La estimación del Idescat para 2004 sitúa el crecimiento en el 5,6%, lo que consolidaría la recuperación.

Los expertos no ven preocupante el bache del periodo 2001- 2003, dado el "intenso" proceso inversor registrado a partir de la segunda mitad de la década de 1990, señala Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y director de los estudios de Caixa Catalunya. En el quinquenio 1995-2000 la inversión industrial creció en Cataluña a un ritmo medio interanual del 12%, proceso que fue especialmente intenso en el subsector de bienes de equipo, indica el Idescat.

Es más, "el mantenimiento del ritmo inversor durante 2002 hubiera aumentado el riesgo de sobrecapacidad en la industria", advierte el director del servicio de estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Ramon Rovira.

Un reciente estudio del sindicato CC OO relativiza el optimismo de los datos inversores anteriores, al considerar que las empresas catalanas no han aprovechado el mayor ciclo expansivo de la historia de España para abandonar los procesos de menor valor añadido, modernizar los equipos y mejorar su competitividad. ¿Por qué? Porque año tras año por cada euro que han ido ingresando, la proporción que han destinado a la compra de activos ha sido cada vez menor.

La interpretación sindical a los datos del Idescat tiene que ver con la metodología utilizada en los cálculos. El estudio de CC OO mide la inversión en relación con los ingresos obtenidos por las empresas. Este matiz lleva a la central a asegurar que el esfuerzo inversor de la industria, medido por la proporción de inversiones en activos materiales sobre los ingresos de explotación, ha retrocedido el 29,7% en el periodo 1993- 2002.

A juicio del centro de estudios del sindicato, este dato demuestra que el crecimiento industrial de la última década se ha sustentado en partes del proceso productivo con poco valor añadido y, por tanto, que requieren de menos inversión, algo que abre las puertas a futuras deslocalizaciones.

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Sin embargo, Oliver y Rovira consideran que las conclusiones de CC OO carecen de fundamento justamente por la metodología usada. Ambos economistas significan de entrada la inconveniencia de medir el esfuerzo inversor de la mera comparación del dato de 2002 (3,7%) sobre el de 1993 (5,2%), puesto que "lo que tiene sentido es comparar periodos de más de un año, a fin de minimizar los efectos erráticos que pueden afectar a un año particular", como lo fue 1993, año en que la economía catalana sufrió una profunda crisis. Si se establece la comparación con cualquier otro año de la década de 1990, "los resultados son muy distintos", asegura la Cámara de Comercio.

La institución cameral y Oliver consideran que la especialización de la industria catalana hacia procesos de bajo valor añadido es "arbitraria" dado el "proceso de externalización y subcontratación de determinadas actividades y servicios a otras empresas especializadas del sector, que antes realizaban internamente las empresas industriales".

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