El Parlamento de Portugal debate sobre la despenalización
El Parlamento portugués debatirá pasado mañana la despenalización del aborto, por iniciativa de la oposición de izquierda. Se votará también una petición de un referéndum sobre la interrupción voluntaria del embarazo firmada por 121.151 personas.
El debate ha dividido al partido del primer ministro Durão Barroso, el liberal Partido Social Demócrata (PSD), que gobierna en coalición con el PP, de derechas. Se prevé que sea uno de los debates más encendidos del año, pero una sutil disciplina de voto obliga a los diputados del PSD a mantener el aborto como delito en el Código Penal, sancionado con hasta ocho años de cárcel.
El PSD impuso a sus diputados votar contra las propuestas de la oposición tras las declaraciones de algunos de ellos en apoyo de la despenalización del aborto. El líder del PSD en el Parlamento, Guillherme Silva, justificó la decisión con la promesa del primer ministro, en la campaña electoral, de no tocar la ley para ganar votos. Igual compromiso fue asumido con el PP, en el acuerdo que llevó a la formación de la coalición en el poder.
Mayoría absoluta
Ante las protestas de algunos diputados, Silva devolvió la libertad de voto, pero llegó acordó con los diputados votar en contra el miércoles de la despenalización, y que en la próxima legislatura, en 2006, podrán volver a sacar el tema. El PSD y PP tienen mayoría absoluta.
El aborto en Portugal sólo está permitido en caso de malformaciones del feto, de violación o de grave riesgo físico o psíquico para la mujer. La ley, de 1984, no es aplicada en muchos hospitales porque buena parte de los médicos rechazan practicar abortos en cualquier circunstancia y porque muchas veces una mujer no obtiene respuesta a su solicitud en los plazos definidos legalmente. Según la UE y la ONU, esta ley obliga a al menos 30.000 portuguesas a recurrir al aborto clandestino cada año.
Varias veces se han votado en el Parlamento propuestas de despenalizar el aborto. En 1997, una iniciativa socialista fue rechazada por tan sólo un voto. En 1998 hubo un referéndum, cuyos resultados no fueron considerados válidos por una abstención superior al 50%.
Ahora el tema ha renacido debido a un juicio que terminó hace dos semanas con la absolución de 17 personas acusadas de aborto ilegal. El proceso se celebró en medio de una enorme presión mediática. Según una encuesta del Diário de Notícias el pasado 3 de febrero, el 71% de los portugueses desea un nuevo referéndum. El 65% es favorable a la despenalización.
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