La industria se queda corta
Las empresas necesitan ampliar su capacidad productiva
El consultor Miguel Kiguel se dedica a asesorar potenciales inversores extranjeros en Argentina. Cuando se le pregunta qué oportunidades existen, su respuesta se dirige a la agricultura, los inmuebles o el turismo. Nada de manufacturas. El economista jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Peirano, en cambio, tiene fe en las fábricas por los bajos costes que ofrecen después de la devaluación de 2002 y por la creciente demanda de los mercados local y externo.
Todas las industrias están creciendo, pero algunas se acercan al límite de su capacidad instalada y deberán aumentarla si pretenden seguir abasteciendo a la clientela. Entre ellas figuran las de papel, productos químicos, acero y aluminio.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ha dicho alguna vez que la devaluación argentina había sido una de las más competitivas de la historia reciente de los países emergentes. El dólar se apreció respecto del peso un 190%, mientras que la inflación de los dos años posteriores a la devaluación ascendió al 45%. El gerente de producción de una gran empresa gana de media unos 4.075 dólares por mes, un 35% menos que un par en Brasil y un 63% inferior a uno en México, según el Ministerio de Economía.
La tarifa eléctrica, aún con el reciente aumento para los grandes usuarios, representa menos de un tercio de lo que se abona en territorio brasileño. El precio del gas, que el Gobierno prevé elevar en abril, costará un cuarto de lo que vale en México.
Los costes, sin embargo, no suponen el único motivo para la inversión. Debe tenerse en cuenta la demanda.
El sector de papel y cartón ha crecido un 12,9% el año pasado y se encuentra utilizando un 86% de su capacidad instalada, casi al límite. El Centro de Estudios de la Producción espera para 2004 un fuerte aumento del mercado interno y una subida leve de las peticiones del exterior. "La industria deberá optar entre permitir incrementos en las importaciones o invertir para la ampliar la capacidad productiva", indica un informe de la UIA. Las empresas del sector, la mayoría en manos argentinas, están ampliando el capital.
La industria química atraviesa una situación similar, aunque requiere todavía mayores sumas para ampliar su producción. Creció un 15,6% en 2003 y ha superado los niveles previos a la crisis .
Los sectores de metales básicos, como el acero y el aluminio, crecieron un 12,5% en 2003 y utilizan ya un 93% de su capacidad instalada.
En otras industrias se han anunciado algunos proyectos. En el deteriorado sector del automóvil, Toyota y Volkswagen planean invertir cada uno 160 millones de euros. Bridgestone también anunció otros 40 millones.
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