Gordillo recibe el homenaje del Círculo de Bellas Artes como referencia para nuevos artistas

"Estoy muy emocionado, no sólo por el homenaje, sino por ver aquí a tantos amigos y, en ellos, mi propia vida, mis 40 años en Madrid", señalaba ayer el artista sevillano Luis Gordillo (1934) al recibir la medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, máximo galardón de la institución.

Minutos antes, el presidente del Círculo, Juan Miguel Hernández de León, había calificado a Gordillo como "un punto de referencia, encuentro e inspiración" para las nuevas generaciones de creadores plásticos. Pieza clave de la nueva figuración madrileña, nacida en los setenta, Luis Gordillo enriqueció la pintura española haciéndola dialogar con otras disciplinas. "Fue el introductor de nuevas corrientes como el psicoanálisis y el pop en momentos no políticamente correctos", recordó Hernández de León.

El homenajeado (premio Nacional de Artes Plásticas, 1981) brilló por su buen humor. "Quiero dar las gracias al Círculo por incluirme en la línea de sucesión de señores con medalla, que es tan importante ya", bromeó, al recibir el galardón que han merecido, entre otros, Saramago, Castilla del Pino, Habermas y Tàpies. En la repleta sala de juntas no cesaban de sonar los aplausos que acompañaron a Gordillo en una ceremonia, breve pero muy concurrida, a la que asistieron, entre otros, el cineasta José Luis Cuerda y los artistas Antón Patiño, Manuel Rufo, Menchu Lamas y Eva Lootz.

"Si contara todo lo que he vivido con cada una de las caras que veo aquí, podría escribir una biografía", sostuvo el artista, quien comparó, además, el Círculo de los años sesenta, que conoció al llegar a Madrid, y el de la actualidad. "Entonces veía las vidrieras del Círculo como peceras, y en ellas, a personajes que parecían insectos en telas de araña, medio muertos. Tan diferente del actual, donde todos los días pasan cosas, con gran intensidad y dinámica". Gordillo, quien dictó el primer taller que se dio en el Círculo de Bellas Artes, en 1983, expuso recientemente en sus salones obras de los años noventa. En junio, anticipó, le tocará a la fotografía: "Preparamos una muestra de fotos de los setenta". Luis Gordillo está considerado como el pionero de la figuración madrileña. En los sesenta, sus series de Cabezas y Automovilistas fueron la primera incursión no mimética de un español en el pop. Sus obras de los ochenta y noventa le sitúan a medio camino entre la figuración anterior y las nuevas formas de la abstracción posmoderna.