Rato asume el papel de ariete de Rajoy con un ataque a la oferta económica socialista

Rodrigo Rato, candidato número dos por Madrid, fue ayer el protagonista del arranque de la convención con la que el PP escenificará la aprobación de su programa electoral. Inicialmente, la inauguración iba a correr a cargo del presidente del Gobierno, José María Aznar, pero éste y el candidato, Mariano Rajoy, clausurarán hoy el mini-congreso anual del PP. El discurso de Rato fue el más jaleado por los populares y el que contuvo, además, el más furibundo ataque al PSOE. Como si de una fuerza de choque se tratara, Rato asumió el papel de ariete de Rajoy en la descalificación a "ZP". Con grandes risotadas de su afición, Rato se refirió siempre al candidato socialista por el logotipo que el PSOE ha elegido, ZP.

Arenas y Mayor defienden que sólo el PP puede garantizar la unidad de España

José Luis Rodríguez Zapatero, candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, ha encontrado en Rodrigo Rato al primer publicista de su nuevo logotipo. "En los próximos cuatro años hay que elegir entre que gobierne Mariano Rajoy y el PP, o ZP y el PSOE", arrancó Rato. Desde el viernes 9 de enero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el vicepresidente primero ha arrumbado el papel de perdedor en la carrera por la sucesión que medita su destino para asumir el de despiadado polemista contra el PSOE. Ayer, en línea con las reflexiones del último Comité Ejecutivo Nacional sobre cómo criticar al PSOE en esta campaña, Rato se fajó como ariete de Rajoy en avanzadilla de ataque "contra ZP".

"Si los españoles se han cansado de prosperar, si ya no ven necesario crear más empleo o si los españoles no quieren seguir acercando nuestra renta a la de Europa, entonces es el momento de ZP y del PSOE", arrancó el número dos en la lista por Madrid (ya lo fue en 2000 con José María Aznar). Antes que Rato, los otros dos vicesecretarios del PP, Javier Arenas y Jaime Mayor, se habían repartido, cada uno en su estilo, la defensa de la unidad de España frente al "barullo" y la falta de "fortaleza democrática" de los socialistas. Arenas y Mayor hasta bromearon porque ya nadie hace apuestas sobre el sucesor, como ocurría hace un año. Rato no. Estaba enfrascado en vapulear a ZP y en ridiculizar las variaciones de criterio que, según el análisis del PP, exhibe cada día el partido socialista.

Una de sus chanzas fue como sigue: "ZP va al Colegio de Economistas de Madrid, un lugar prestigioso, y propone, entre otras cosas, congelar el gasto social e implantar el copago. Eso, el lunes por la tarde. El martes por la mañana dijeron que no, que les habíamos entendido mal. Ese mismo día, también por la mañana, el portavoz económico socialista que ni es del PSOE ni va en las listas [Miguel Sebastián] propone un mínimo exento del IRPF aunque dice que no sabe cuántos tramos quiere que tenga ese impuesto. Y por la tarde, el otro portavoz económico socialista [Jordi Sevilla], que sí es del PSOE y sí va en las listas pero que no es al que escucha ZP, dice que va a quitar las deducciones sobre vivienda y sobre fondos de pensiones". Para zanjar la carcajada de su afición, Rato exclamó con aparente sorpresa: "¡Y nadie dice nada!".

Las bromas, antes de que Rato tomara la palabra, habían corrido a cuenta de Javier Arenas. "En Cataluña nos ha ganado en la política de protección a la familia. Hoy están colocados el hermano del presidente, el de Carod-Rovira, el hermano del presidente del Parlament, el de Nadal. ¡A eso se le llama fraternidad sin límites!". Antes de las bromas, Arenas había defendido el mantenimiento de las tropas en Irak, porque "un partido de Gobierno es el que arrima el hombro". No olvidó que el PSOE "no tiene una idea de España, sino 17".

Jaime Mayor, el más circunspecto, aseguró que la próxima legislatura será la del "desafío nacionalista", con tres frentes: ETA, PNV y ERC. Y se quejó de que el PSOE -Mayor no utilizó en ningún momento el logotipo ZP- trate de culpar al PP de la evolución de los nacionalistas. "¿Cuál es nuestra culpa? ¿Somos un problema por haber expulsado a ETA de los ayuntamientos vascos y navarros?". Proclamó que si ésa es su culpa, él quiere declararse "culpable, y no inocente, como los nacionalistas".

Mayor y Arenas -y, antes que ellos, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; la presidenta de la comunidad autónoma, Esperanza Aguirre, y el presidente del PP madrileño, Pío García Escudero- enfatizaron que el único objetivo del PSOE es que los populares "pierdan la mayoría absoluta". Y hay que evitarlo porque, según Arenas, sería la vuelta irremediable a la España del "paro, despilfarro y corrupción que dejaron los socialistas".

Más sinuoso, pero con el mismo mensaje de fondo, Rato pretendió argumentar que el empleo es el mayor riesgo en caso de que el PSOE pueda sumar fuerzas con otros partidos para hacerse con el Gobierno. Según Rato, el programa del PSOE "no habla de creación de empleo". Quizá para dar más credibilidad a la acusación, la repitió unas cuantas veces: "No tienen ninguna propuesta de creación de empleo. No le interesa el empleo. No hay propuestas de empleo".

Y su conclusión fue que "Mariano Rajoy quiere pleno empleo, y ZP cero". No dijo lo de "cero Zapatero" pues ésa es una frase de Aznar, y éste -junto con el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, y su homólogo portugués, José Manuel Durão Barroso- acompañará hoy a Rajoy en el acto de aprobación sin debate del programa electoral.