Aznar insta a Rajoy a conseguir una mayoría más amplia que la que él logró en 2000
Rajoy se compromete a crear dos millones de puestos de trabajo y a rebajar la tasa de paro al 8%
Cerca de dos millares de dirigentes y altos cargos del Partido Popular han participado este fin de semana en el mini-congreso anual celebrado en Madrid para escenificar la aprobación del programa electoral de cara a la cita con las urnas del 14 de marzo. Esta tarde volverán a sus casas con el mensaje claro lanzado por el presidente del Gobierno, José María Aznar, en el penúltimo discurso del día: hace falta "ambición" para obtener "el mejor resultado de la historia del PP", una gran mayoría que no deje España en manos de "frívolos o irresponsables".
La convención anual había comenzado ayer, pero la mañana de pasión tenía que ser la protagonizada por Aznar y por el candidato del partido conservador en las próximas elecciones, Mariano Rajoy. Rodrigo Rato, candidato número dos por Madrid, fue el protagonista de la jornada de arranque, el más jaleado por la huestes populares y el más furibundo en su ataque al PSOE. Convertido en ariete y baluarte de Rajoy, sólo quedaba por contemplar como la intervención y el abrazo de Aznar lanzaban al candidato hacia la carrera en 28 etapas hacia La Moncloa.
Humildad y ambición
El presidente del Gobierno ha querido movilizar a los suyos para que no se duerman en los laureles con una metáfora deportiva: "Si tomamos como referencia el fútbol, os quiero decir que los partidos en los cuales los equipos que llevan ventaja salen a conservar la ventaja, acaban empatando, y los partidos a los que los equipos salen a empatar, se acaban perdiendo". Y es que Aznar no se "conformará" con cualquier marcador, por "aceptable que sea": "Quiero que tengamos los mejores resultados de la historia del Partido Popular".
Para ello, aconseja presentarse "con humildad" pero "con mucha ambición", "sin reservas ni complejos", para presentarse ante los ciudadanos como un partido "nacional, coherente y unido" que "sí tiene un gran proyecto para España" que quiere llevar a cabo de forma "decidida y vigorosa". Porque este país, según Aznar", "necesita" una "gran mayoría" del PP para no entregar el Gobierno a "una coalición radical de gente que sabemos que es incompetente y que además pone en duda los elementos básicos de la estabilidad institucional".
El PSOE, "radical"
Por supuesto, el núcleo de esa coalición es el PSOE, un partido "radical y que pacta con radicales", "sin programa" y "cuya única aspiración de llegar al Gobierno es de la mano de los comunistas y de aquellos que quieren liquidar España". Tras agradecer la presencia en el acto de los primeros ministros de Francia y Portugal, Aznar ha cedido el testigo a Rajoy, "una persona capaz, honrada, responsable y competente" con "un proyecto serio" y un equipo "de primera categoría".
Rajoy ha querido tomar el testigo de la lucha por la humildad de Aznar, y se ha presentado comprometido con los ciudadanos: "No hay responsabilidad más importante que comparecer ante los ciudadanos y pedirles su confianza para dirigir el Gobierno de la nación. Y yo sé cómo lo tengo que hacer". Durante tres cuartos de hora, el candidato tuvo tiempo para atacar al PSOE e incluso para afirmar que todas esas críticas se las quiere decir "a la cara" a su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero", pero sobre todo se centró "en lo que importa más y afecta al conjunto", es decir, en su programa político.
Dos millones de empleos
Rajoy ha articulado sus ideas en torno a tres ejes: España, la libertad y el empleo. "Es un requisito existencial" tener una idea clara del país que se quiere gobernar, y Rajoy la tiene: Constitución, autonomías y solidaridad. Este país en una nación "plural" en la que el pueblo español es el único titular de la soberanía, puesto que la Ley Fundamental "no admite ninguna autodeterminación" que suponga "una mutilación de España y la destrucción de la Constitución misma". Por supuesto, "el plan Ibarretxe no se hará realidad porque está por encima de la voluntad del pueblo español".
Otra de las cuestiones que más preocupan a los españoles es la "primacía de la libertad" para lograr una España en la que todos puedan ejercer sus derechos sin miedo ni amenazas. Rajoy se ha comprometido a luchar contra el terrorismo en todos sus ámbitos, y contra sus cómplices y colaboradores, usando para ello todos los instrumentos del Estado de Derecho porque a la organización terrorista ETA "no se la derrota sentándose a la mesa con los asesinos". Respecto al empleo, el candidato popular se ha comprometido a crear dos millones de empleos y a bajar la tasa de paro al 8% antes del final de la legislatura.
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