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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

'Royalties' y salarios

La abrumadora factura que ha pagado la filial de Samsung en Barcelona a la casa matriz de Corea por usos de tecnología durante los últimos cuatro años pone de manifiesto que el fenómeno de la deslocalización de empresas es un asunto mucho más complejo que un simple problema de costes salariales. Ahora se ha descubierto que los pagos por royalties u otros servicios a la matriz suponen el doble de los costes salariales y hasta 20 veces los beneficios. En 2002 pagó por este concepto 51 millones de euros, el 2,7% de todo lo abonado por España. La decisión de la empresa coreana de cerrar su planta en Cataluña, con 446 empleos, y trasladar sus instalaciones a Eslovaquia viene determinada sin duda por la pérdida de competitividad, es decir, por un problema de costes de producción. Pero resulta evidente que no son precisamente los salariales la parte más onerosa.

Los pagos por royalties, que significan más del 5% de los ingresos por ventas, están condicionando la viabilidad de la empresa más que otros aspectos. Por otra parte, esta elevada factura por uso de tecnología pone de manifiesto la relevancia de la investigación y desarrollo (I+D) en la competitividad. Lo que la filial catalana está pagando a Corea es la factura del I+D que no se realiza en España. Corea ha realizado un esfuerzo impresionante en I+D, al que dedica el 2,7% de su producto interior bruto, casi el triple que España. Y éste es un problema de las empresas, pero también del Estado. Buscar la competitividad en la rebaja salarial sólo conduce al empobrecimiento de los trabajadores y de las empresas, que cada vez se verán más constreñidas a hacer productos de inferior calidad.

Otra cuestión es el tratamiento fiscal de estas transferencias y si en ocasiones no son mecanismos para repatriar beneficios con menos coste tributario. Las declaraciones de Rato y Aznar, en las que responsabilizaban al nuevo Gobierno catalán de la deslocalización de empresas, reflejan no sólo mala fe, ya que este tipo de decisiones se toman con meses o años de anticipación. Pretenden, además, ocultar la responsabilidad del Gobierno central por el abandono de la investigación y desarrollo y el desinterés por la evolución de la balanza tecnológica, que mide el comercio internacional de patentes, y que incomprensiblemente ha dejado de publicarse, según recordaba recientemente el Banco de España.

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