Las personas de entre 30 y 34 años que aún viven en casa de los padres son ya el 25%

Las dificultades que tienen los jóvenes para acceder a un puesto de trabajo y a una vivienda están elevando a un ritmo acelerado la edad de emancipación. En tan sólo tres años, de 2000 a 2003, el número de personas de entre 30 y 34 años que viven en casa de sus padres ha pasado del 15% al 25% en Cataluña. Estas cifras preocupan a la nueva secretaria de Juventud de la Generalitat, Marta Rosàs, que ayer anunció medidas para facilitar el abandono del hogar familiar a edades más tempranas. Rosàs prometió más ayudas a los jóvenes para acceder a una vivienda.

Según se desprende de un estudio del Observatorio de la Juventud de Cataluña que la Generalitat dará a conocer en los próximos días, la imposibilidad de emanciparse ya no es sólo un problema de las generaciones más jóvenes, sino que afecta cada vez más a las personas que superan los 30 años.

En la actualidad, el 58% de los jóvenes de entre 25 y 30 años siguen viviendo en casa de sus padres. En la franja de edad de 30 a 34 años, el porcentaje de los que todavía no se han emancipado ya llega al 25%, casi el doble de hace tres años.

La nueva secretaria de Juventud de la Generalitat, Marta Rosàs, calificó ayer de "verdaderamente preocupante" esta acelerada tendencia al alza de la edad de emancipación y consideró urgente adoptar medidas para permitir que los jóvenes puedan tener a edades más tempranas un hogar propio.

Rosàs reconoció que el elevado precio de la vivienda y las dificultades que tienen los jóvenes para acceder al mundo laboral son los principales motivos de esta progresiva demora en la edad de emancipación, por lo que se comprometió a actuar principalmente en estos dos ámbitos.

Más vivienda protegida

En el terreno inmobiliario, la secretaria de Juventud anunció, entre otras actuaciones, el incremento de las actuales ayudas destinadas a los jóvenes para la adquisición de una vivienda, el impulso de las promociones de vivienda pública, la adopción de medidas fiscales que favorezcan el mercado de alquiler o la puesta en marcha de programas para la rehabilitación de inmuebles para jóvenes.

En el ámbito laboral, Rosàs agregó que la secretaria de Juventud se ha propuesto establecer con los agentes sociales un nuevo pacto por la ocupación juvenil con el objetivo de reducir las tasas de paro entre este colectivo y mejorar sus condiciones contractuales.

Las cifras facilitadas ayer por la responsable de Juventud del Gobierno catalán evidencian que el acceso al trabajo constituye un problema grave para los jóvenes. El año pasado, la población desocupada de entre 16 y 29 años era del 15,3% y casi la mitad de los jóvenes de esta franja de edad firmaron un contrato temporal. El 14% de los jóvenes tardan entre seis meses y dos años en encontrar su primer empleo.

La secretaria de Juventud admitió que las propuestas anunciadas ayer forman parte de un "decálogo de buenas intenciones", pero aseguró que próximamente podrá concretar sus compromisos y su coste económico tras dialogar y coordinarse con el resto de departamentos de la Generalitat implicados. "En la presente legislatura se producirá una inflexión y pasaremos a la acción", advirtió Rosàs.

Fomentar el asociacionismo juvenil es otro de los objetivos "prioritarios" que se ha propuesto Marta Rosàs, quien consideró ayer que no es cierto el tópico de que los jóvenes "pasan de todo". La nueva secretaria de Juventud quiso ilustrar su afirmación con cifras: actualmente existen en Cataluña 2.123 entidades juveniles censadas y el 35% de los jóvenes de entre 15 y 29 años pertenecen a algún tipo de asociación.

Rosàs prometió facilitar instalaciones públicas y apoyo económico y jurídico a las asociaciones juveniles y anunció la elaboración de una ley de participación juvenil para regular este sector.