La ONU y el Pentágono barajan la posibilidad de retrasar la fecha para el traspaso de poder
La ONU y EE UU barajan en privado la posibilidad de aplazar el traspaso de poder en Irak, previsto para el 30 de junio, si esto facilita la transición e incluso permite celebrar algún tipo de elección que satisfaga las exigencias chiíes.
Aunque oficialmente Washington mantiene su calendario, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, indicó ayer que su equipo de Naciones Unidas enviado a Irak concluye que es necesario "desplazar" ciertas fechas, "será muy difícil resistirse". Los expertos de la ONU tenían previsto llegar ayer a Bagdad, al mando de Carina Perelli, jefa de asuntos electorales de la organización. Durante diez días se entrevistarán con los actores del rompecabezas político iraquí y especialmente con el líder espiritual de los chiíes (60% de la población), ayatolá Alí al Sistani, que exige la celebración de elecciones directas para elegir la Asamblea y el Gobierno provisional. Perelli informará a Annan a su regreso y éste presentará sus recomendaciones finales. "Mi equipo va con una mente abierta. Debe de analizar todas las opciones".
Hace tres semanas, el administrador de EE UU en Irak, Paul Bremer, viajó a Nueva York para solicitar la participación de la ONU en el proceso y su ayuda para convencer a Sistani de la imposibilidad de celebrar elecciones inmediatas. Annan no mostró mucho entusiasmo, pero tras su entrevista el martes con el presidente George W. Bush, el secretario general de la ONU parece más dispuesto a brindar su apoyo.
La ONU ya había analizado la posibilidad de celebrar elecciones en Irak. Su oficina electoral concluyó en el verano que se necesitaban seis meses para organizar unos comicios. "EE UU podría considerar el aplazamiento del traspaso un mes o dos si estima que puede conseguir un compromiso entre todas las partes. No es un cambio dramático y tampoco perjudicaría el calendario de las presidenciales [norteamericanas]", aseguró una fuente diplomática.
Algunas voces en el Gobierno Bush, según asegura The Washington Post, no descartan ceder en algo con tal de lograr el respaldo de los chiíes. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, indicó esta semana que ningún plazo era sagrado y que su intención era "transferir la soberanía lo antes posible". Powell, que acudió ayer a la ONU para asistir a una conferencia de donantes para Liberia, mantuvo una larga entrevista seguida de almuerzo con su homólogo francés, Dominique de Villepin quien hizo una escala de regreso de América Latina para reunirse con el jefe de la diplomacia estadounidense, con quien no se veía en privado desde septiembre.
Francia y EE UU todavía no han conseguido normalizar su relación después de las profundas disensiones provocadas por la guerra. "El año pasado, por estas fechas todo era muy difícil", reconoció Powell, "Hemos tenido grandes desacuerdos pero ahora debemos de trabajar juntos".
El secretario de Estado, aseguró que no tenía "disculpas que dar" por las presuntas pruebas que presentó el 5 de febrero de 2003 sobre el arsenal de Sadam Husein "Era la mejor información que teníamos en aquel momento".
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