Kirchner pasa el cepillo

El pasado viernes, cuando el presidente argentino, Néstor Kirchner, subió a bordo del avión de regreso a Buenos Aires, llevaba en su maletín el compromiso por parte de varias empresas españolas de invertir unos 5.000 millones de euros durante los próximos cuatro años. También se llevó un acuerdo con la patronal CEOE para favorecer y aumentar aún más la presencia española en Argentina, en especial en los sectores de transporte, obras públicas, comunicaciones, minería y energía. Kirchner consiguió, además, una mayor empatía de Aznar y de los principales candidatos a la jefatura del Gobierno, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, hacia los inmigrantes argentinos sin papeles que viven en España.

Kirchner supo convencer a la CEOE de que representa a una nueva Argentina

El presidente argentino probablemente no esperaba una recepción tan buena ni cosechar tantos éxitos en su segundo viaje a España. El primero se había saldado con roces con los empresarios españoles. Sin embargo, la segunda visita, separada por medio año de la primera, arrancó bien y terminó mejor. El presidente de la CEOE, José María Cuevas, y Kirchner se vieron dos veces en los cuatro días que el presidente argentino estuvo en Madrid, lo que dejó bastante claro que las relaciones entre el Gobierno argentino y los empresarios españoles habían mejorado notablemente.

Kirchner y Cuevas habían tenido un desafortunado primer encuentro en julio pasado defendiendo sus respectivos intereses. Sin embargo, en el segundo cara a cara, Kirchner supo convencer a la CEOE de que representaba una "nueva Argentina" que "ya creaba 77.000 empleos al mes y que cerraba 2003 con un crecimiento superior al 8% y una inflación menor al 4%".

La buena sintonía con los empresarios y políticos españoles se mantuvo a lo largo de toda la visita. Tras la entrevista con Aznar, Kirchner se llevó bajo el brazo el compromiso del Gobierno español para crear una comisión con el argentino para abordar la situación de los sin papeles argentinos, estimados entre 80.000 y 120.000 personas, así como la posibilidad de suspender los expedientes de expulsión de argentinos en situación irregular, todo ello, siempre dentro de la "legalidad vigente", como especificó Aznar. El presidente del Ejecutivo español elogió además la recuperación económica argentina, al tiempo que garantizó la presencia empresarial de España.

A partir del visto bueno de Aznar, los compromisos de inversión se sucedieron por donde Kirchner pasaba. El presidente argentino asistió a la inauguración de Fitur 2004, y allí, para demostrar su buena voluntad hacia la empresa española, participó en la presentación de la Guía YPF 2004 de Argentina (similar a la Guía Campsa para España), en la que el presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina, reiteró el compromiso de invertir en Argentina un total de 4.800 millones de euros hasta 2007, según el plan que la petrolera había anunciado a finales del año pasado. Cortina recordó que Repsol YPF es el primer inversor y el principal contribuyente en materia impositiva de Argentina y un actor principal de su desarrollo económico.

Kirchner se reunió después con Jesús de Polanco, presidente del Grupo PRISA, y el consejero delegado del mismo, Juan Luis Cebrián. También con el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y el de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, quien prometió una inversión de 157 millones de euros y la creación de 1.700 puestos de trabajo en Argentina. El último encuentro de esa jornada, la tercera en Madrid, fue con el presidente de Telefónica, César Alierta, quien al término anunció que la operadora iba a acelerar la inversión de 610 millones de euros en Argentina, prevista inicialmente para los próximos tres años.

Alierta subrayó que "las expectativas que tenemos ahora en Argentina son aún mayores que hace sólo dos meses", cuando la compañía anunció su nuevo plan de inversiones. El objetivo de Telefónica es aprovechar el tirón de la demanda y del consumo para alcanzar los 10 millones de clientes en Argentina, frente a los seis millones de hoy.

En su último día, Kirchner se reunió con los presidentes de ACS, Florentino Pérez; BBVA, Francisco González, y de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, y con el director general de Autopistas Internacionales de la concesionaria Abertis, Rafael Mourelle. Pérez anunció que ACS participará en un nuevo programa de modernización de las infraestructuras argentinas, que incluirá "muchos e importantes proyectos" de construcción y de concesiones públicas.

El presidente de Pescanova se mostró optimista acerca del sector pesquero argentino, cuya buena marcha permitirá a su filial argentina, Argenova, aumentar su facturación en un 12% durante este año y alcanzar unas ventas de 60 millones de euros. Fernández reafirmó su voluntad de invertir este año siete millones de euros en la mejora de sus fábricas argentinas y en la compra de nuevos barcos pesqueros.

El responsable de Autopistas Internacionales de Abertis, concesionaria de varias autopistas de acceso a Buenos Aires, reiteró a Kirchner su compromiso de invertir este año más de 13 millones de euros para mejorar la seguridad de las vías.