Fomento confirma que el carguero hundido ya ha soltado sus 45 toneladas de fuel

El carguero portugués Diana I, que se hundió el pasado 17 de enero junto al Puerto de Bilbao, ha arrojado ya al mar las 45 toneladas de gasóleo que llevaba para abastecerse y 3.000 kilos de aceite, según informó ayer el Ministerio de Fomento. El departamento aseguró que las labores de inspección y reconocimiento realizadas por buceadores de Salvamento Marítimo han concluido que los tanques de combustible del buque se encuentran vacíos, salvo que permanezca alguna bolsa de gasóleo en su interior, debido a los recovecos de la estructura del mamparo de proa.

El carguero se hundió la noche del día 17 en medio de una tormenta con fuertes vientos y oleaje al chocar contra el espigón de Punta Lucero. Sus ocho tripulantes fueron rescatados, pero se llevó al fondo del mar, a unos 30 metros de profundidad, su carga de combustible. Según los expertos, no es muy contaminante.

El Departamento de Medio Ambiente descartó desde el primer momento que pudieran producirse consecuencias graves con los vertidos, aunque anunció que iba a estar "al tanto" hasta que se resolviera el caso.

Perforados

Según el último informe de Fomento, los tanques de aceite situados en la cámara de máquinas de popa están perforados debido al impacto con los bloques de hormigón de la escollera. Es decir, "una gran parte de esos aceites ha desaparecido emulsionándose con el agua".

Además, los tanques de gasóleo de consumo diario, que podrían contener unas tres toneladas de combustible, han aparecido a unos 25 o 30 metros de su ubicación inicial: "Están muy dañados y aparentemente vacíos aunque podrían contener bolsas de gasóleo", según considera el ministerio.

Toda la estructura del barco se encuentra "destrozada y retorcida, con los mamparos, el casco y la cubierta perforados en múltiples lugares". El casco de la nave se halla partido en dos trozos, acolchados ambos contra los bloques de hormigón de la escollera, y la superestructura del carguero ha desaparecido como tal, añadió Fomento.

Debido a esta apariencia de "amasijo de chatarra", los restos del barco suponen un serio riesgo para la seguridad, por lo que la Capitanía Marítima de Bilbao ha prohibido el buceo y la navegación a menos de cien metros del lugar del siniestro.

Los buceadores encontraron el viernes unas condiciones de visibilidad lo suficientemente buenas como para grabar un vídeo de más de una hora de duración que está siendo analizado por los especialistas. También tenían previsto bajar a inspeccionar los restos a lo largo del día de ayer, con especial dedicación al estado de los tanques de proa y de los tanques de la cámara de máquinas.

Además seguirán con la inspección y vigilancia para combatir cualquier resto de gasóleo.