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96>04 OCHO AÑOS DE AZNAR

Marruecos y Gibraltar siguen pendientes

Marruecos y Gibraltar, las grandes asignaturas pendientes de la política española, siguen estándolo: la relaciones con Rabat avanzan trabajosamente hacia una recuperación incierta, como siempre, después de uno de los periodos más agitados de su historia; el contencioso de Gibraltar ha vuelto, en cambio, al limbo del Proceso de Bruselas, bloqueado desde 1984, tras fracasar el mayor intento de Londres y Madrid por compartir la soberanía del Peñón.

También en estos dos casos, la personalidad del presidente del Gobierno ha sido esencial. En el primero, porque Aznar tuvo un papel destacado en el desencadenamiento de la crisis; en el segundo, su amistad con el primer ministro británico, Tony Blair, no ha bastado para el éxito de la negociación.

Aznar inauguró, en efecto, las hostilidades verbales con Marruecos el 26 de abril de 2001, al declarar que el fracaso del acuerdo pesquero de Marruecos con la UE, perjudicial para España, tendría consecuencias. La crisis creció con la entrevista del joven Mohamed VI a Le Figaro, de septiembre de 2001, en la que prácticamente daba por resuelto el problema del Sáhara, y la decisión de Rabat, el 27 de octubre, de retirar a su embajador en Madrid.

La negativa española a dialogar desembocó en la invasión de Perejil, el 11 de julio de 2002, y el desalojo de los marroquíes por tropas españolas el 17 de julio.

Ha habido que esperar al pasado mes de diciembre para que la cumbre de Marraquech, aplazada desde 2000, reabriera algo de normalidad.

En el caso de Gibraltar, fue británica la iniciativa de responder a las demandas españolas, tras la crisis del Tireless, con una oferta sin precedentes de compartir la soberanía por por tiempo indefinido. Las negociaciones, iniciadas en julio de 2001, habían llegado prácticamente a su conclusión para mayo de 2002, pero descarrilaron abruptamente en los dos meses siguientes por un motivo básico: Londres había calculado mal la resistencia que sectores del propio laborismo y la generalidad del estamento militar plantearían al acuerdo.

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