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CRISIS EN EL PSOE Y EL TRIPARTITO CATALÁN

Zapatero se enfrenta con Maragall y le exige el cese de Carod por entrevistarse con ETA

El líder socialista mantuvo a la largo de la jornada tensas conversaciones con el presidente catalán

Una doble crisis se produjo ayer horas después de que se conociera que el conseller en cap la Generalitat de Cataluña, Josep Lluís Carod Rovira, se había entrevistado con dirigentes de la banda terrorista ETA. Por un lado, la del propio PSC con su socio ERC y, por el otro, la de la dirección del PSOE con los socialistas catalanes. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, deploró esa iniciativa, que desconocía. El PSOE igualmente condenó sin paliativos esa reunión, pero su máximo dirigente, José Luis Rodríguez Zapatero, discrepó de Maragall respecto a cómo afrontar la crisis. Maragall no aceptó la dimisión que le había presentado Carod aunque le recortó sus funciones. Para Zapatero esto es insuficiente y en contra del criterio de Maragall exigió el cese inmediato.

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El líder del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se vio anoche obligado a tomar una de las decisiones más trascendentales desde que llegara a la secretaría general. Zapatero, al pedir publicamente a Pasqual Maragall, como presidente del PSC y no como presidente de la Generalitat, el cese de Josep Lluís Carod-Rovira, tres horas después de que Maragall, también en público, anunciara que no le había aceptado la dimisión que le había presentado, convirtió en pública y notoria la disensión que se había producido entre él y Maragall respecto a cómo abordar esta crisis.

Después de una tarde dramática en la que el líder del PSOE no consiguió convencer a Maragall de que aceptara la dimisión de Carod-Rovira, el secretario general socialista optó por afrontar los problemas que acarrean las crisis internas antes de aparecer como consentidor ante la acción de Carod-Rovira de reunirse con miembros de ETA.

En un comunicado emitido poco antes de las once de la noche, Zapatero, en primera persona, comunicó a la opinión pública sus diferencias con Maragall. "Como secretario general del PSOE, he transmitido en la tarde de hoy (ayer) a Pasqual Maragall, en su condición de presidente del Partido de los Socialistas de Cataluña, la necesidad de que el señor Carod-Rovira asuma sus responsabilidades políticas y se le acepte la dimisión presentada, cesando como miembro del Gobierno catalán". Este es el último párrafo del comunicado de cuatro puntos que difundió Zapatero. Los tres anteriores fueron copia de las primeras declaraciones que realizó el líder socialista, al filo de las dos de la tarde, tras la reunión de su ejecutiva. Para ese momento ya había tenido una tensa reunión con el primer secretario de los socialistas catalanes y miembro de la ejecutiva federal, José Montilla. Zapatero veía imprescindible la dimisión de Carod y Montilla no compartía ese criterio. A partir de esa hora el conflicto fue en aumento.

El líder socialista, en su comparecencia del mediodía, condenó sin paliativos la reunión de Carod-Rovira con miembros de la banda terrorista ETA, desveló en primera instancia que Pasqual Maragall desconocía ese hecho y, además, lo condenaba y, por último, dejaba en manos del presidente de la Generalitat que manejera la crisis. "Para mí lo prioritario son los principios y las convicciones", dijo de manera un tanto enigmática el líder del PSOE. Con el transcurso de las horas se puso de manifiesto lo que quería decir: él ya hubiera destituido a Carod-Rovira ante un hecho tan grave. Esta declaración forma parte del comunicado nocturno de Zapatero después de una reunión durante varias horas con sus principales colaboradores y de algunas conversaciones telefónicas con Maragall que acabaron en una fuerte discrepancia.

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En la Ejecutiva Federal se reconocía que probablemente la situación se viva de otra manera en el seno del PSC y que sus compañeros estimen suficiente condenar la iniciativa de Carod-Rovira y recortarle las funciones. Por supuesto,también dar explicaciones en el Parlamento catalán.

Pero en el PSOE la situación se vivió como una auténtica catástrofe desde primera hora de la mañana cuando los miembros de la dirección llegaron a la reunión de la ejecutiva que debía haber comenzado a las nueve y media de la mañana. Pero no fue así porque Zapatero estaba en su despacho conversando telefónicamente con Maragall y, después, entrevistándose cara a cara con el primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla. Al incorporarse a la reunión, en torno a las once de la mañana, Zapatero pidió a los miembros de su ejecutiva que no abrieran un debate sobre lo ocurrido y que se atuvieran a las declaraciones de condena que él iba a hacer en breve. Lo nuevo de la jornada fue la decisión trascendente de dar a conocer su discrepancia con Maragall.

Zapatero y los miembros de la ejecutiva aguardaban la reacción "inmisericorde" del Gobierno y del PP, que no se hizo esperar y no defraudó las expectativas de los socialistas, según un miembro de la ejecutiva. Y no se equivocó en su previsión. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el candidato a la presidencia del PP, Mariano Rajoy, resaltaron que un miembro del Gobierno catalán se había entrevistado con ETA y denunciaron por extensión, a Zapatero por pactar con políticos que se relacionan con terroristas. El efecto previsiblemente demoledor para el PSOE de este mensaje, a pocas semanas de las elecciones generales, fue lo que llevó al líder socialista a enfrentarse con Maragall.

Ya nadie ocultaba anoche la discrepancia. Montilla declaró que correspondía a Pasqual Maragall tomar las decisiones oportunas respecto a su gobierno. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, prefirió poner el énfasis en el gran error de Carod al reunirse con una banda terrorista y que, por tanto, debía tener para él un coste político. Ahora bien señaló que Maragall le había confirmado en el puesto pero recortándole las competencias. Para entonces Zapatero ya había reclamado la destitución de Carod.

Zapatero, en su comparecencia de ayer tras la ejecutiva federal.
Zapatero, en su comparecencia de ayer tras la ejecutiva federal.RICARDO GUTIÉRREZ

El comunicado de Maragall

Este es el comunicado hecho público a media tarde por Maragall.

"El conseller en cap ha informado esta mañana al presidente de la Generalitat de que durante el primer fin de semana de enero mantuvo una reunión con dirigentes de ETA después de ser conducido hasta una localización indeterminada en el sur de Francia.

Según las explicaciones ofrecidas por el conseller en cap, la entrevista fue producto de una invitación de ETA como resultado de una petición formulada por Josep Lluís Carod-Rovira hace tres años, en su calidad de secretario general de ERC.

El presidente de la Generalitat no comparte ni la iniciativa ni el planteamiento político que están en la base del contacto con la banda terrorista. La actuación de Josep Lluís Carod Rovira no responde a un mandato del Gobierno ni se corresponde con la política del Consejo Ejecutivo.

El presidente de la Generalitat ha comunicado al conseller en cap la retirada de las competencias que le fueron otorgadas en el Consejo del pasado 20 de enero en materia de supervisión de los asuntos exteriores de la Generalitat.

El presidente ha solicitado a los grupos parlamentarios de la coalición de gobierno que soliciten la convocatoria urgente de la Diputación Permanente.

El conseller en cap ha puesto su cargo a disposición del presidente.

El presidente de la Generalitat, que no ha aceptado la dimisión del conseller en cap, hará una declaración mañana [por hoy]".

La nota de Zapatero

A última hora de la noche, el secretario general del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo público un comunicado en el que da cuenta de la petición que le ha hecho a Pasqual Maragall para que cese a su conseller en cap. Éste es el contenido íntegro de ese texto:

"En la mañana de hoy, el señor Carod-Rovira ha reconocido su participación en una reunión con dirigentes de la banda terrorista ETA. Este hecho merece mi más firme rechazo.

El Partido Socialista se reafirma una vez más en que no cabe negociación política alguna con la banda terrorista. La lucha antiterrorista debe ser una política de Estado enmarcada en los principios y valores recogidos en el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

El señor Carod-Rovira ha actuado sin el conocimiento del Presidente de la Generalidad, lo que constituye un acto de deslealtad intolerable en quien ocupa un cargo de responsabilidad en el Gobierno de Cataluña.

Por todo ello, como Secretario General del Partido Socialista Obrero Español he transmitido en la tarde de hoy a Pasqual Maragall, en su condición de Presidente del Partido de los Socialistas de Cataluña, la necesidad de que el señor Carod-Rovira asuma sus responsabilidades políticas y se le acepte la dimisión presentada, cesando como miembro del Gobierno de Cataluña".

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