La aviación de Israel ataca a Hezbolá en el sur de Líbano
Las fuerzas aéreas israelíes bombardearon ayer dos bases que la guerrilla del movimiento islamista libanés Hezbolá tiene en el sur de Líbano. Los cazabombarderos hebreos lanzaron varios misiles aire-tierra contra objetivos que, según un comunicado del portavoz del Ejército, "eran utilizados como plataforma de entrenamiento y depósito de armas" por la guerrilla chií. El ministro de Defensa, Saúl Mofaz, justificó la operación como respuesta "a la provocación de Hezbolá", que el día anterior perpetró un ataque con cohetes antitanque contra una excavadora, mientras extraía minas colocadas junto a la frontera norte, y mató a un soldado israelí.
Mofaz aprovechó la ocasión para reprochar al contingente militar de Naciones Unidas que supervisa el alto el fuego en la zona, haber sabido de la existencia de las minas, pero no haber hecho nada para prevenir el incidente. Un alto mando de este contingente señaló que la excavadora había penetrado en territorio libanés cuando fue alcanzada. Este dato fue también confirmado por el comandante del Ejército israelí, Yair Golan, que reconoció que "la excavadora entró uno o dos metros y giró en paralelo a la frontera en dirección a las minas, lo que fue aprovechado para alcanzarnos".
Ofensiva diplomática
El incidente desencadenó una nueva ofensiva diplomática contra Siria, país al que Israel acusa de prestar apoyo logístico y político a la guerrilla libanesa. "Este ataque muestra la duplicidad del régimen sirio, que por un lado habla de paz a The New York Times
[refiriéndose a una reciente entrevista a su presidente, Bashar el Assad], pero por otro apoya a Hezbolá en violación de las resoluciones de Naciones Unidas", argumentó Dore Gold, asesor de política exterior del primer ministro y ex embajador en la ONU.
El Ejército comenzó a desmantelar una sinagoga situada dentro del enclave ilegal de Tapuaj Oeste, a kilómetro y medio del asentamiento de Tapuaj, en el norte de Cisjordania. La resistencia ofrecida por los 150 colonos que intentaron impedirlo, muchos de ellos simpatizantes de la organización Kach -que fue ilegalizada en 1994 por el Gobierno después de que uno de sus miembros, Baruch Goldstein, asesinara a 29 palestinos en Hebrón- se saldó con una veintena de detenciones y una decena de heridos de carácter leve.
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