Localizada una de las últimas obras de Fortuny en una colección privada

Pensaba titularlo Villegiatura (Veraneo), pero al quedar inacabado la historia lo conoce como Playa de Portici (1874). Se trata de una de las últimas grandes obras de Marià Fortuny (1838-1874) y no se conocía su paradero desde que fue subastado por última vez en Nueva York allá por 1887. La gran retrospectiva que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) dedica a Fortuny, que han visitado hasta la fecha más de 82.000 personas, ha motivado que salieran a la luz algunas obras del artista. El descubrimiento más importante ha sido el de esta obra que, gracias a la azarosa información de una persona conocida por los comisarios, ha podido ser localizada en una colección privada estadounidense y, lo más interesante, se ha incorporado a la retrospectiva de Barcelona hasta el cierre de la misma el próximo 15 de febrero.

"Playa de Portici es la obra más importante de la última etapa de Fortuny, aquella que perfila de forma más clara hacia dónde iba el nuevo lenguaje del pintor si no hubiese muerto de forma prematura", comentó Cristina Mendoza, una de las tres comisarias de la exposición. La obra está pintada en el verano de 1874 en la localidad de Portici, en la bahía de Nápoles, y en ella el artista, que falleció a las pocas semanas de regresar a Roma, se interesa por primera vez en retratar el mar y otorga toda la importancia a la luz que baña de forma intensa toda la obra.

Se trata de un óleo sobre tela de 70 por 130 centímetros que el artista pensaba dedicar al comercio -aquel verano realizó otras obras para su propio deleite- en el que aparecen un grupo de mujeres sentadas en un prado junto a la playa en la que juegan y se bañan algunos niños. La tapia de un jardín, la entrada del pueblo y un castillo derruido completan la escena.