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Reportaje:

La epidemia del miedo

Los casos de meningitis están alimentando un aislamiento social en Nerva (Huelva) sin justificación sanitaria

Tereixa Constenla

El miedo es una epidemia de difícil combate. Una vacuna puede atajar una enfermedad, pero no hay recetas mágicas para frenar la alarma cuando se desata, más allá de la información. En Nerva, un municipio de unos 6.400 habitantes de la cuenca minera de Huelva, se ha disparado el miedo tras el fallecimiento por meningitis de un joven de 16 años el pasado 31 de diciembre, ocho meses después de que en el pueblo se registrase un brote de la enfermedad que afectó a nueve personas.

La cepa que provocó la muerte del estudiante de ESO respondía a un meningococo distinto (W 135) al causante del brote de la primavera pasada (de tipo B), de ahí que los especialistas lo consideren un caso "esporádico" y no lo relacionen con los anteriores. Pero la confirmación de que las cepas eran distintas llegó a las autoridades sanitarias el miércoles 14, cuando la alarma ya corroía el ánimo colectivo como una epidemia. Para entonces ya se acumulaban algunos casos de huida del pueblo como si fuera un lugar maldito y otros casos de rechazo hacia sus habitantes como si estuvieran apestados. "Nos están discriminando mucho, hemos ido a bares de Campillo y nos ponen vasos de plástico", denuncia Lorena Benítez, alumna del instituto.

A uno de los rechazos más simbólicos asistió el concejal de Deportes de Nerva, José Luis Lozano, el sábado 10: un equipo de críos de seis años se quedó esperando a unos rivales que nunca llegaron. "Se te caía el alma", dice. Algunos clubes han solicitado la cancelación de los partidos, pero si algo ha escandalizado al gobierno municipal ha sido el fax del Ayuntamiento de Punta Umbría en el que achacaban la suspensión de un partido de balonmano a la meningitis. "Me parece de una crueldad tremenda", lamenta el alcalde, Eduardo Muñoz.

El temor que se vive en Nerva alimenta sin duda el de localidades vecinas. En algunos ámbitos se desconfía de las decisiones adoptadas por la Administración sanitaria, que está guiando sus pasos por las directrices de un comité de expertos. Pero desde la muerte del joven de 16 años, una decena de estudiantes han solicitado el traslado o la anulación de su matrícula en el instituto Vázquez Díaz, donde están inscritos 573 alumnos y donde estudiaba la víctima. Las bajas también han afectado al colegio de educación infantil y primaria Maestro Rojas, donde han pedido el traslado "cinco o seis" familias, según su director, José Macías.

"Irse es la única forma que tiene la gente de escapar del miedo", explica María Isabel Perianez, la presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos del Maestro Rojas, donde estudian medio millar de niños, con edades comprendidas entre 3 y 12 años. "Yo no me voy porque estoy hipotecada aquí y no puedo", añade.

El colegio, el instituto y el conservatorio de música son los lugares donde más se visualiza el miedo, que ha vaciado las aulas en la última semana. "¿Quién me dice a mí que mi hija de cuatro años no chupa el bolígrafo de otra compañera?", se pregunta María Isabel Perianez para justificar el plante.

El médico Jerónimo Pachón, integrante del comité de expertos, no ve riesgos en la asistencia a clase, una vez adoptadas las medidas de quimioprofilaxis. Técnicos de la Junta de Andalucía concluyeron el viernes que los centros reúnen las condiciones para impartir clases "sin riesgo adicional para la salud de la población". La viceconsejera andaluza de Salud, María Jesús Montero

, insistió ante la comisión municipal de seguimiento de la meningitis que "en estos momentos existe una situación de alarma que no está justificada y que no se corresponde con la situación sanitaria de la población".

En ese encuentro, Montero hizo hincapié en la importancia de los símbolos, como las mascarillas portadas en las concentraciones: "Se está trasladando una imagen de que persona que entre en Nerva, persona que se va a contagiar". Y alertaba a continuación: "A ver si con esta medida vamos a provocar el aislamiento de la población, cosa que no está para nada justificada".

El alarmismo no sale gratis. El alcalde de Nerva considera aún prematuro analizar las repercusiones económicas, pero el daño en la imagen no es baladí para una localidad que aspira a superar la sacudida que provocó la extinción de la actividad minera mediante el turismo. Rocío Carrero y Alberto Gamero, directores gerentes del centro de naturaleza La Estación, saben mejor que nadie el valor de algo tan inasible como la imagen. Ellos organizan campamentos veraniegos y actividades de educación ambiental en unas instalaciones que aprovechan la antigua estación de ferrocarril. Están en plena campaña de captación. "Y ahora mismo no puedo vender Nerva", reconoce Carrero. Su empresa ya se resintió el pasado verano tras el brote de meningitis B.

Los colegios les reclamaban informes sobre si había riesgo de contagio y perdieron el 70% de los grupos del año anterior. Para evitar que se repitan cifras ruinosas, han decidido organizar sus campamentos en otro pueblo.

Nerva trata de levantar cabeza tras la paralización definitiva de la actividad minera en 2000. Está declarada zona de actuación especial y recibe generosas ayudas públicas, que pueden alcanzar hasta el 65% de la inversión. El alcalde confía en que, antes de 2005, se creen 180 empleos nuevos que permitan rebajar un paro del 48% y acabar con la depresión heredada de la extinción minera, que se sumó a la herida dejada tras la gran agitación que rodeó la construcción del vertedero de residuos tóxicos. Hacia éste miran de nuevo algunos con recelo tras el brote de meningitis, a pesar de que los expertos aseguran categóricamente que es "imposible" que esté relacionado con la enfermedad. "El meningococo no vive fuera de la faringe", ataja Pachón.

Cualquier actividad -el vertedero, la fábrica de tintes, los residuos mineros- se vuelve sospechosa estos días aunque carezca de aval científico para ello. Por esta razón, se están redoblando los esfuerzos por transmitir información. Los concejales -los siete ediles socialistas y los seis independientes de la corporación participan del gobierno en un insólito acuerdo que persigue reparar viejas divisiones vecinales- se han encargado de repartir en los últimos días, "puerta a puerta", más de 2.500 copias con la transcripción literal de la reunión de la comisión de seguimiento con autoridades y vecinos, que duró tres horas. La información parece el único remedio posible ante el miedo.

Los vecinos de Nerva se manifestaron ayer para mostrar su temor por los casos de meningitis.
Los vecinos de Nerva se manifestaron ayer para mostrar su temor por los casos de meningitis.LOGAN

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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