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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Lecciones de economía

Lo mejor de esta legislatura que acaba es que los españoles hemos podido aprender una noción clave de la economía española de los últimos años, a saber: que el incremento del IPC anual, que nos pasa el Gobierno y las entidades encargadas de su "cálculo", no tiene nada que ver con lo que realmente le han subido los precios al castigado ciudadano. Eso sí, luego por supuesto se toma como referencia para las "subidas salariales".

Tras la llegada del euro, la absoluta falta de una política de control de precios desembocó en una salvaje apoteosis de subidas. ¿En cuántos artículos pudimos ver un rápido tránsito de la cifra en pesetas a la misma cifra (con coma) en euros? Un café de desayuno en el bar de la esquina de 120 pesetas a 1,20 euros (66% de aumento), alquilar un vídeo en el local del barrio de 250 pesetas a 2,50 euros (otra vez 66%).

Por supuesto, no todos los aumentos fueron de esta magnitud, pero las subidas de los artículos de uso cotidiano en márgenes del 20% al 30% estuvieron a la orden del día.

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Todos recordarán la cifra de incremento de IPC que finalmente nos ofrecieron. Sin palabras.

Llegado el momento del circo electoral, tenemos que aguantar la desfachatez de oír decir al señor Rato que las familias españolas se han enriquecido en este periodo. Mientras tanto, las cifras nos muestran que este año los alimentos básicos han subido una barbaridad (del 7% a 17%), la ropa y el calzado están por las nubes y la vivienda es un bien inalcanzable. Por contra, la telefonía móvil, Internet y el ocio han subido mucho menos.

O sea, que si usted tiene grandes ingresos y gasta fuertes sumas en estos tres últimos conceptos, puede que el incrementro de "su" IPC se aproxime algo al 2% y pico de que se nos habla. Si por el contrario le llega bastante justo para comer, vestirse, echar gasolina y pagarse un techo, va a tener que apretarse mucho el cinturón... a pesar de ser tan rico.

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